Hna. Consuelo Morales habla sobre las desapariciones en México en el Consejo de Seguridad

27  de enero de 2016

Boletín de Prensa No. 1601/05

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Hna. Consuelo Morales durante su intervención en el Consejo de Seguridad.

El día de hoy, la Hna. Consuelo Morales, directora de Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos, A.C. participó en una reunión del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas en Nueva York en donde habló sobre las desapariciones en México.

“Nuestra experiencia en Monterrey nos está mostrando resultados, pero en muchas partes de México, familias de desaparecidos aún son victimizadas e ignoradas. La impunidad sigue siendo la norma. Las desapariciones continúan. Y las familias siguen sufriendo. En este esfuerzo, el apoyo de la sociedad civil internacional e instituciones internacionales – particularmente de expertos como la Comisión Internacional sobre Personas Desaparecidas, Human Rights Watch, y la Oficina del Alto Comisionado – han jugado un papel crítico. Gobiernos como el mío deberían aceptar su ayuda – no temerla ni rechazarla”, dijo la Hna. Consuelo Morales como parte de su intervención de 5 minutos.

Esta sesión especial tuvo una duración de dos horas y se llamó: “El reto global de rendir cuentas por personas desaparecidas en conflictos, violaciones a derechos humanos, desastres, crimen organizado, migración y otras razones involuntarias”. Participaron también: el Embajador Matthew Rycroft, representante de Gran Bretaña ante la ONU; Thomas Miller, representante del ICMP (Comisión Internacional sobre Personas Desaparecidas), Zeid Ra’ad Al Hussein, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos; Giuseppina Maria Nicolini, Alcaldesa de Lampedusa, Italia; y David Tolbert, Presidente del Centro Internacional para la Justicia Transicional.

Luego de las intervenciones, los diferentes representantes de países que asistieron a este evento pudieron hacer comentarios y formular preguntas.

Samantha Power, Embajadora de Estados Unidos ante la ONU, expresó lo siguiente: “Una de las madres de personas desaparecidas que tuve el privilegio de conocer en Monterrey por medio de la organización que preside la Hna. Consuelo, CADHAC, me describió que esta ausencia se siente como una ansiedad abrumadora que invade todo tu cuerpo. Otra de las madres me dijo que cada vez que suena el teléfono o suena la puerta de su casa cree que se trata de su hijo. La falta de respuestas les impide iniciar el proceso de sanación. En Monterrey se logró juntar los tres actores: sociedad civil, familias de personas desparecidas y gobierno, para buscar a los desaparecidos y esto ha bajado la impunidad y ha ayudado a construir un poco de confianza”.

También hubo participaciones de Kathryne Bomberger, de la Comisión Internacional sobre Personas Desaparecidas y de otros representantes de diversos países quienes acudieron a la sesión, que duró alrededor de dos horas.

El Consejo de Seguridad de la ONU tuvo así la posibilidad de conocer más a fondo la problemática de desaparición y las herramientas o mecanismos que se requieren para inhibir, sancionar y resarcir los efectos de este grave crimen.

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“A través de su ayuda humanitaria, la Unión Europea apoya a CADHAC”.

PONENCIA COMPLETA DE LA HNA. CONSUELO MORALES

Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas

Reunión en Fórmula Open Arria 

Nueva York, 27 enero 2016

Damas y caballeros,

Me gustaría agradecer al Reino Unido y a la Comisión Internacional sobre Personas Desaparecidas por la invitación que se me ha hecho para dirigirme al Consejo de Seguridad. Es un honor.

La expansión de la violencia en México hoy en día, incluyendo la desaparición de miles de personas por parte de fuerzas de seguridad como del crimen organizado, ha generado terribles consecuencias para mi país. Quizás la más poderosa es el dolor que las desapariciones han provocado en los familiares de las víctimas.

Déjenme contarles sobre las familias que comenzaron a presentarse en la pequeña organización de derechos humanos en la que trabajo. Eran principalmente hombres jóvenes y niños provenientes de familias pobres. A menudo, sus padres intentaban acudir a la policía para pedir ayuda, pero les respondían: “Si algo malo le pasó a su hijo, es porque seguramente andaba en malos pasos.” Acudieron a nosotros sin esperanza, solos y muy, muy asustados.

Nos dimos cuenta de que la desaparición de tantas personas era posible sólo porque muchas otras permitían que ocurriera. La policía no entrevistaba a los sospechosos. Los ministeriales no abrían casos. Oficiales corruptos colaboraban con el crimen organizado. Y en este ambiente, cárteles, fuerzas de seguridad y políticos hacían lo que querían. Impunidad total.

Así que, junto con las familias, acudimos al gobierno local con un nuevo enfoque – uno que uniera a familias, sociedad civil, y autoridades para buscar juntos a los desaparecidos. El Procurador estatal de aquél tiempo estuvo de acuerdo, así que comenzamos.

No fue fácil. Al principio había mucha desconfianza. Los familiares veían en las autoridades a los que los habían ignorado o a los que los habían llamado criminales. Las autoridades, por su parte, estaban a la defensiva. Pero, poco a poco, el trabajo se convirtió en el principal enfoque, y las autoridades comenzaron a tratar a los familiares de las víctimas con respeto. Y en algunos casos, pudimos ver avances. Los criminales eran procesados. Algunos restos fueron identificados. El progreso ha sido modesto. La mayoría de los casos siguen sin ser resueltos. Pero esto es real.

Permítanme darles un ejemplo. Nos dimos cuenta de que gran parte del problema era que nadie buscaba a las personas desaparecidas aún y cuando los casos se habían reportado en el tiempo dentro del cual es muy probable que puedan encontrarse. Así que, en el 2013, trabajamos en conjunto con el Grupo de Trabajo sobre las Desapariciones Forzadas o Involuntarias de Naciones Unidas, con la oficina del Alto Comisionado, y con personas con experiencia de toda Latinoamérica, para crear un protocolo de búsqueda. Este protocolo incluye las acciones inmediatas que las autoridades deben de realizar cuando se reporta a alguien como desaparecido. El protocolo fue adoptado por el Gobierno de Nuevo León en el 2014.

De marzo del 2014 a marzo del 2015, más de 1,500 personas fueron reportadas como desaparecidas. De esos 1,500 casos, más de 1,400 fueron encontrados, y de estos, casi 1,300 fueron encontrados con vida. Esto representa un 88 por ciento de efectividad.

Esta es una herramienta de búsqueda que puede ser replicada en todo mi país, y quizás más allá.

La crisis de desapariciones que enfrentamos en México es muy compleja. Puede sentirse abrumadora, para las familias y para nosotros. Pero hemos aprendido que, si queremos afrontarlo, necesitamos que autoridades, víctimas y la sociedad civil trabajen en conjunto.

Nuestra experiencia en Monterrey nos está mostrando resultados, pero en muchas partes de México, familias de desaparecidos aún son victimizadas e ignoradas. La impunidad sigue siendo la norma. Las desapariciones continúan. Y las familias siguen sufriendo.

En este esfuerzo, el apoyo de la sociedad civil internacional e instituciones internacionales – particularmente de expertos como la Comisión Internacional sobre Personas Desaparecidas, Human Rights Watch, y la Oficina del Alto Comisionado – han jugado un papel crítico. Gobiernos como el mío deberían aceptar su ayudar – no temerla ni rechazarla.

Las madres y los padres, hijos e hijas de los desaparecidos son personas con gran dignidad. Ellos poseen el coraje más inspirador. Frente al miedo, la violencia y la corrupción, ellos continúan en su búsqueda por la verdad, guiados por lo que llamamos amor. Love. Es un honor ir caminando a su lado.

Es por eso que invito a la comunidad internacional a caminar con nosotros mientras afrontamos este horrible problema – con toda la tecnología, experiencia, voluntad política y el apoyo que ustedes nos puedan ofrecer. Muchas gracias.

Hna. Consuelo Morales hablará mañana ante el Consejo de Seguridad de la ONU sobre las desapariciones en México

26  de enero de 2016

Boletín de Prensa No. 1601/04

 

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El miércoles 27 de enero la Hna. Consuelo Morales, directora de Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos, A.C., participará en una reunión especial del Consejo de Seguridad, en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), donde hablará sobre el crimen organizado y las desapariciones en México.

En esta reunión, organizada por la representación de Gran Bretaña en Naciones Unidas, tratará el tema de las desapariciones y su impacto en el mundo, se titula: “El reto global de rendir cuentas por personas desaparecidas en conflictos, violaciones a derechos humanos, desastres, crimen organizado, migración y otras razones involuntarias”.

La Hna. Consuelo Morales hablará en esta sesión junto a: Embajador Matthew Rycroft, representante de Gran Bretaña ante la ONU; Thomas Miller, representante del ICMP (Comisión Internacional sobre Personas Desaparecidas), Zeid Ra’ad Al Hussein, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos; Giuseppina Maria Nicolini, Alcaldesa de Lampedusa, Italia; y David Tolbert, Presidente del Centro Internacional para la Justicia Transicional.

En su intervención la directora de CADHAC referirá la grave problemática de desaparición de personas en México, así como el entorno de impunidad, corrupción y colusión entre autoridades y delincuencia en que éstas se gestaron. Aunado a ello, hablará sobre la experiencia en Nuevo León de interlocución entre la Procuraduría General de Justicia, el Grupo de familiares de personas desaparecidas Amores y CADHAC, así como sobre el Grupo Especializado de Búsqueda Inmediata (GEBI), indicando además la urgencia de identificación de miles de restos que por razones técnicas o por falta de recolección de muestras se desconoce a quién pertenecen.

Esta reunión será celebrada con arreglo a la fórmula Arria. Se trata de una sesión de carácter oficioso en donde se permite a los miembros del Consejo de Seguridad cambiar impresiones de manera franca. Estas reuniones ofrecen a los miembros del Consejo que estén interesados, la oportunidad de participar en un diálogo directo con los altos representantes de los gobiernos y organizaciones internacionales.

Esta evento estará abierto para cualquier integrante de la Organización de Naciones Unidas, así como a organizaciones interesadas en el tema y a la prensa.

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“A través de su ayuda humanitaria, la Unión Europea apoya a CADHAC”.

Embajadora de Francia en México realiza visita a CADHAC y al Grupo Amores

22 de enero de 2016

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De izq a der: Clara Páez, de la Embajada de Francia, Consuelo Morales, de Cadhac, Maryse Bossière, Embajadora de Francia en México y Gerardo Puertas, consejero de Cadhac, escuchan a integrantes del Grupo Amores.
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La Hna. Consuelo Morales explica el trabajo que realiza Cadhac en Nuevo León en el tema de desaparición.

Como parte de su gira de dos días por Monterrey, Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos, A.C. (CADHAC) y la Agrupación de Mujeres Organizadas por los Ejecutados, Secuestrados y Desaparecidos de Nuevo León (Amores) recibimos hoy la visita de la Embajadora de Francia en México, Maryse Bossière.

La Embajadora Bossière escuchó el trabajo que CADHAC realiza en el tema de desaparición y desaparición forzada en Nuevo León, el acompañamiento integral que se brinda al Grupo Amores, las leyes que se han impulsado desde esta organización y sobre los resultados que ha tenido Grupo Especializado en Búsqueda Inmediata (GEBI) en la entidad.

Después de una reunión con nuestra directora, la Hna. Consuelo Morales, la Embajadora escuchó los testimonios de mujeres integrantes del Grupo Amores, quienes además le dieron una bendición especial.

Al final, les dirigió unas emotivas palabras mensaje:

“Vamos a seguir apoyando este trabajo para que sigan presentes, es muy admirable su fuerza”, expresó la Embajadora Bossière.

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La Hna. Consuelo Morales explica el trabajo que realiza Cadhac en Nuevo León en el tema de desaparición.
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La Embajadora recibe de regalo de parte del Grupo Amores el libro “Te Seguiré Buscando”, historias de vida de personas desaparecidas.

 

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“A través de su ayuda humanitaria, la Unión Europea apoya a CADHAC”.

Urgente que el gobierno de Nuevo León revise prácticas internacionales en el tema de centros penitenciarios. No al penal de Mina.

16 de diciembre de 2015

Boletín de Prensa No. 1512/46

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Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos A. C. (CADHAC) exhorta al gobierno del estado de Nuevo León a que haga una revisión exhaustiva de las mejores prácticas internacionales para abatir la sobrepoblación de los centros penitenciarios, antes de tomar decisiones que solamente agravarán el problema, como es la construcción de nuevas cárceles o privatizar el sistema carcelario.

Es preocupante que el gobierno del Estado esté considerando reactivar la construcción del centro penitenciario en el municipio de Mina, cuando lo que se requiere no son más cárceles, sino efectuar una revisión de los expedientes de todos los internos e internas para otorgar los beneficios de ley -libertad anticipada, institución abierta, arraigo domiciliario- a todos aquellos que ya cumplieron las tres quintas partes de la pena, no cometieron delitos graves o permanecen recluidos solamente porque no tienen dinero para pagar la fianza; o bien, que se encuentran en situación vulnerable –tercera edad, enfermedades crónico-degenerativas o terminales, discapacidad-.

Hay que destacar que la tendencia internacional es a implementar medidas alternas a la prisión, como son el uso de localizadores o brazaletes electrónicos, el trabajo comunitario, el tratamiento en libertad, las instituciones abiertas, la cancelación de licencia de conducir, multa reparadora, confinamiento domiciliario, prohibir la convivencia con personas determinadas, suspender ciertos derechos, entre otras. Por tanto, el gobierno estatal tendría que analizar la forma de implementar de manera amplia medidas alternas a la prisión, si lo que se busca es abatir la sobrepoblación carcelaria.

Otro pendiente del gobierno estatal es revisar y plantear al Congreso la reforma al Código Penal para que los procesados no permanezcan en prisión el tiempo que dura el juicio, pues actualmente el 40% de los internos e internas en los penales de Nuevo León son personas que están a la espera de que se les dicte sentencia, algunas de ellas llevan años en esta situación. Otra reforma necesaria implica la reclasificación de los delitos que son considerados graves en el Código Penal y que por tanto obligan al imputado a permanecer en prisión durante el juicio y no admiten fianza. Hay que recordar que a partir de 2006 se han efectuado sucesivas reformas al Código Penal para el Estado de Nuevo León que ampliaron el catálogo de delitos graves y elevaron las penas, produciendo como efecto una elevación de la población penitenciaria. Esto debe cambiar, y ajustar a la Constitución la tipificación de los delitos y su gravedad.

Vale la pena recordar que en un sistema democrático la privación de la libertad debe ser el última opción que tomen las autoridades para sancionar a quienes infrigen la ley.

Por otro lado, considerar como opción privatizar las cárceles revela el desconocimiento de las autoridades sobre los efectos contraproducentes de estas medidas documentados por la Organización de Naciones Unidas (ONU) y el Instituto Latinoamericano de Naciones Unidas para la Prevención del Delito y el Tratamiento del Delincuente (ILANUD) en el sentido de que se termina dejando de lado la finalidad del sistema penitenciario que es la reinserción social, que constituye además una obligación del Estado.

CADHAC hace un llamado urgente al gobierno estatal para atienda y resuelva el problema de la sobrepoblación de los centros penitenciarios tomando como punto de partida el respeto irrestricto a los derechos humanos de los y las internas, y retomando las mejores prácticas internacionales para implementar medidas alternas a la prisión. Sin una reinserción exitosa no podremos reconstruir el tejido social y así conseguir una comunidad respetuosa y pacífica.

Presentación del libro: “Te Seguiré Buscando…”

14 de diciembre del 2015

Boletín de Prensa No. 1512/45

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“A través de su ayuda humanitaria, la Unión Europea apoya a CADHAC”.

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Ariel Dulitzky, miembro del Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias de Naciones Unidas, habla durante la presentación del libro.

Hoy, Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos, A.C. (CADHAC) y el Grupo AMORES, presentaron el libro “Te seguiré buscando…historias de vida de personas desaparecidas“, escrito por sus seres más cercanos.

“Te seguiré buscando…  historias de vida de personas desaparecidas”, rompe la intención de dejar a miles de personas en la oscuridad, en el olvido, sin justicia, sin vida. El libro incluye las historias de vida de 18 hombres y 2 mujeres, víctimas de la violencia en Nuevo León, México. A través de estas historias, mamás, hermanas e hijas, integrantes de AMORES, les hacen presentes.

En el evento de presentación, que se llevó a cabo en el Museo del Noreste, estuvieron como invitados especiales: Juana Catalina Estala, integrante del Grupo AMORES, Alan García, de la Oficina en México del Alto Comisionado para los Derechos Humanos y Ariel Dulitzky, miembro del Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias de Naciones Unidas.

“Las historias aquí reunidas se tejieron desde el vientre, la gestación o el recuerdo primario de la infancia hasta un día trágico en el que inició la zozobra y el suplicio de la desaparición del ser querido. Es un libro que nos muestra una vida fracturada, mutilada por la desaparición. Invito a leer el texto, a que hagan de este libro un vehículo que les inspire a emular conductas y remontar infortunios. Ese será el mejor homenaje que las valerosos mujeres que se atrevieron a describir en unas cuantas páginas los tiempos idos esperan de quienes aquí nos congregamos”, dijo Alan García durante el evento.

Además se presentó un video realizado especialmente para este día por alumnos y alumnas del Tec de Monterrey. (aquí la liga del video: https://www.youtube.com/watch?v=HjHRavQOsX8&feature=youtu.be)  En este video se muestra un poco de lo que se puede encontrar en esta publicación.

Próximamente daremos a conocer en dónde podrán obtener este libro.

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Editorial de Carmen Aristegui: Encontrar a los desaparecidos

11 de diciembre del 2015

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(Publicado en El Norte y Reforma)

La hermana Consuelo Morales, fundadora de Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos, A.C. (CADHAC), recibió ayer el Premio Nacional de Derechos Humanos. Se premió su destacada labor a favor de personas desaparecidas en Nuevo León.

El paso de los años y el número que, por miles, se acumula no puede seguir siendo como el paisaje. Se puede y debe encontrar a los desaparecidos, es el mensaje principal.

Es indispensable que la experiencia vivida en Nuevo León sea entendida, valorada y, sobre todo, replicada a nivel nacional.

La hermana Consuelo, su organización, las familias organizadas, asesorías especializadas y la actuación del anterior Procurador, Adrián de la Garza, lograron entender las claves del fenómeno, su naturaleza y las pautas de actuación de los diferentes actores.

El impulso dado por el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, de Javier Sicilia, resultó fundamental para detonar el trabajo de organizaciones y familias en todo el País y especialmente en Nuevo León con esta experiencia.

Identificaron, por ejemplo, que la relación del fenómeno de la tortura policiaca en Nuevo León y el fenómeno de las desapariciones tenían un punto de conexión. Identificaron que la policía había sido penetrada y que agentes del Estado eran parte activa en los casos de desapariciones. Entendieron, también, que la acción inmediata frente a una desaparición resulta crucial.

Crearon, hace menos de dos años, el Grupo Especializado de Búsqueda Inmediata (GEBI), con el que han logrado niveles de eficacia muy altos.

En el periodo marzo 2014-marzo 2015 se reportaron mil 602 personas desaparecidas, de las cuales encontró a mil 407.

De ese número, mil 359 fueron encontradas con vida. Señalan un 88 por ciento de efectividad en el primer caso y 97 por ciento en el segundo.

Es de destacar el estrujante dato de que el mayor número de desapariciones (746 personas) corresponde al rango de edad “mayores de 12 y menores de 18 años”.

El protocolo de actuación que desarrollaron y el establecimiento de un equipo especializado cuya única tarea es, precisamente, la búsqueda de personas han arrojado notables resultados.

En casi el 90 por ciento de las denuncias presentadas y atendidas en este contexto se logró conocer el paradero de las personas dentro de las primeras 72 horas. La inmediatez en la actuación marca una diferencia profunda.

Ayer, en el marco de la entrega del Premio, Enrique Peña Nieto anunció la firma de las Iniciativas de Ley para Prevenir y Sancionar los Delitos en Materia de Desaparición de Personas y para la Ley General para Prevenir, Investigar y Sancionar la Tortura.

México llega tardísimo a estos instrumentos si nos atenemos al número de casos acumulados. Sin embargo, no puede soslayarse la importancia de que se instrumenten medidas en este sentido.

Habremos de seguir lo que digan los expertos sobre sus contenidos. Importa, por lo pronto, que se coloque como primer eje la creación del “Sistema Nacional de Búsqueda”, que se anuncie la creación de un Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizables; la del Registro Nacional Forense y la de un Consejo Ciudadano para asesorar y emitir opiniones sobre el Sistema Nacional de Búsqueda.

Por increíble que parezca, México carece de todo lo anterior y ésa es parte de la tragedia.

Peña Nieto dijo que ambos proyectos de ley fueron producto de la consulta y que participaron especialistas, legisladores, organizaciones y representantes de víctimas para su elaboración y que fueron enriquecidas por organismos internacionales como el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y el Comité Internacional de la Cruz Roja.

Esperemos que esto sea la antesala para enfrentar, verdaderamente, el tema de las desapariciones y la tortura. Ya no hay más tiempo. La crisis mexicana en esta materia es ya insostenible.

Ariel Dulitzky, presidente del Grupo de Trabajo Sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias de la ONU, escribió que, en alguna ocasión, la madre de una persona desaparecida le pidió que transmitiera una pregunta a todas las autoridades: “Si su hijo hubiese desaparecido, ¿qué haría usted?”.

“En esa pregunta”, coincido con Dulitzky, “no sólo se resume el calvario que sufren las familias, sino que sintetiza el llamado a la adopción de políticas públicas eficaces y eficientes para asegurar los derechos a la verdad, a la justicia, a la reparación y a la memoria”.

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Palabras de la Hermana Consuelo Morales en la entrega del Premio Nacional de DDHH

10 de diciembre de 2015

Palabras de la Hermana Consuelo Morales
Entrega del Premio Nacional de Derechos Humanos

 

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Muy buenas tardes:

En representación de quienes hemos construido a lo largo de los años, y de quienes hoy formamos el equipo de CADHAC, recibo con humildad y gratitud este premio.
Ante todo, lo recibo sabiendo que es, en esencia, un reconocimiento a las víctimas que CADHAC acompaña, quienes con su inquebrantable amor y su inmenso anhelo de justicia impulsan los pequeños esfuerzos que hacemos para estar a la altura de una tarea, que en ocasiones, parece rebasarnos en este México adolorido.

Como CADHAC, agradecemos especialmente a la CNDH, su Presidente y su Consejo por este reconocimiento, que saludamos como una señal más del necesario proceso de renovación emprendido por esta administración, proceso que esperamos se siga traduciendo en mayor cercanía con la sociedad civil y las víctimas.

Hace más de veinte años, cuando fui enviada por mi Congregación a Monterrey a iniciar un proyecto de justicia, ni siquiera en nuestras más pesimistas proyecciones habríamos podido anticipar que en pocos años documentaríamos cientos de desapariciones en Nuevo León. Las consecuencias humanas de la indiferencia gubernamental y social que por muchos años prevaleció, son inconmensurables: hablamos de miles de familias desgarradas por la violencia.

Algunas de ellas nos acompañan esta tarde, y las nombraré para recordar esos rostros concretos que dan sentido y horizonte a nuestra labor. La Sra. Juany Estala, quien desde la desaparición de su hijo Cruz, en octubre de 2012, ha venido cuidando a Anyelo, quien hoy tiene 6 años. Él, sin aparentemente saber bien a bien de qué se trata, acompaña a su abuela cada semana a CADHAC, donde ella participa en las reuniones con otros familiares, mientras él convive con niños y niñas en terapias de juego, que le han ayudado a ir comprendiendo y adaptándose a esta terrible realidad.
María de la Luz, quien busca a su hermano Matías, desaparecido en mayo de 2014, teniendo como único rastro la vivienda saqueada de donde se lo llevaron en Mainero Tamaulipas de donde fue sustraído. Recientemente tuvo noticias de que en cierto lugar de Tamaulipas lo puede encontrar, ella y su familia acudieron allá con la esperanza de saber algo de él, sin embargo no lograron saber nada de su paradero.

Ellas son dos de las madres, hermanas, hijas, padres, hermanos e hijos que conforman el Grupo Amores, a quienes sus seres queridos les fueron arrebatados por la violencia. Amores es un grupo, en su mayoría, de familiares de personas desaparecidas, que viven cotidianamente la incertidumbre y la zozobra que esa atroz práctica genera en las familias, pero cuya lucha descansa siempre en un “te seguiré buscando”.
A las y los familiares que no pudieron acompañarnos, les llevamos en nuestros corazones. Por ejemplo, madres como Evan Luján, que no pudo venir por cuestiones de salud y que desde 2011 clama justicia ante la ejecución extrajudicial de su hijo Gustavo, cometida por las fuerzas armadas, que mencionaré mas adelante; familiares como Doris y su esposo Julio, quien presenció el momento en que miembros de la delincuencia se llevaron de su propio negocio a su hijo Daniel, sin que hasta hoy, hayan vuelto a saber de él. O madres como Luz María, quien desde el momento inmediato en que los policías desaparecieron a su hijo y sus cuatro compañeros, les ha venido buscando desesperadamente.

La firme interpelación de víctimas como las que he nombrado, y la horrorosa escala de las desapariciones a la que me he referido, aparentemente, han terminado por ser inocultables, aunque en la realidad esto no ha significado aún un cambio favorable en sus vidas… Las familias sobreviven, buscando en soledad.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en fecha reciente, han confirmado con precisión este diagnóstico, reiterando algo que los mexicanos hemos sabido por años: México vive una crisis profunda de violaciones a derechos humanos. Esta situación, hoy, debe reconocerse sin regateo.

Pero como defensoras de derechos humanos, nuestra tarea también implica atesorar la esperanza. ¿Cómo se puede revertir el panorama desolador que con sus oscuros nubarrones parece a veces irremediable?
En CADHAC consideramos que caminando con las víctimas, y dialogando con las autoridades existen cuatro claves que, comparto con ustedes, pues aunque nos falta mucho camino por recorrer, estas cuatro pautas nos ha ayudado a dar algunos pasos al lado de las víctimas, en estas horas oscuras.

Primero. No criminalización de las víctimas.

Hemos visto llegar a cientos de familiares de personas desaparecidas a nuestra oficina, en búsqueda de verdad y justicia. Es impresionante la valentía con la que buscan, a pesar de los prejuicios de las autoridades, la sociedad y los propios familiares, quienes típicamente dicen “seguramente andaban en malos pasos”, o bien culpan a las madres, por haberles mal educado.
Es por eso que hoy más que nunca, resulta imperativo que el principio de presunción de inocencia se traduzca en una realidad cotidiana.
Nadie está en el lugar equivocado, y no existe justificación para que alguna persona sea desaparecida.

Segundo. Solos, solas no podemos.

Es necesario reconocer con humildad que el problema es inmenso, y que solos, familiares, organizaciones de la sociedad civil, o autoridades, no lo pueden lograr. Se necesita de un esfuerzo conjunto. Por ello, debemos iniciar un ejercicio de reconocimento de las responsabilidades y capacidades para que los tres actores, aporten lo mejor sí. Con muchas dificultades, tanto familiares, autoridades y nosotras, como organización civil, hemos logrado asumir y controlar nuestros propios prejuicios, abriendo canales de diálogo y respeto.

Esto nos lleva a lo que, desde nuestra perspectiva, es la columna vertebral de todo sistema o política para la atención de víctimas: entender y respetar el lugar central que ellas tienen.

Desde junio de 2011, mes a mes son las propias familias de los desaparecidos, del Grupo Amores, quienes se sientan a revisar con los funcionarios de la Procuraduría Estatal sus expedientes. Ellas son las que han logrado revertir el trato impasible de las autoridades frente al drama de las desapariciones.
Lamentablemente, la indiferencia, sigue siendo la cara de muchas de las instituciones públicas en el estado de Nuevo León, y del país entero. Debemos entender que, sin este cambio de concepción, nada puede hacerse.

Tercero. Recursos legales y materiales.

Al acompañar a las familias, nos hemos dado cuenta de la extrema vulnerabilidad emocional, económica y social, que trae como consecuencia la desaparición de un ser querido. Por ello resulta imperativo trabajar en leyes que nivelen esa situación, y abonen a menguar las dificultades a las que se encuentran día con día las víctimas que exigen sus derechos.
En Nuevo León, CADHAC y el Grupo Amores, logramos la tipificación de la desaparición forzada en el Código Penal del Estado. A nivel Federal, seguimos esperando la prometida Ley General para Prevenir y Sancionar la Desaparición Forzada. Una Ley que para ser eficaz, deberá retomar los aportes que las familias han propuesto, bajo la consigna “Sin las familias, NO”, una ley que no sea letra muerta, sino que tenga impacto en la práctica.
Por otro lado, es indispensable asignar recursos económicos y humanos para las técnicas de búsqueda que utiliza el Estado. Debemos contar con laboratorios y personal competente, para que se obtengan perfiles géneticos confiables, que permitan identificar las partículas de restos que se encuentren en nuestro Estado y en todo el país; asimismo, es urgente una base de datos de desaparecidos completa y confiable. En este sentido, lamentamos profundamente la disminución del presupuesto federal destinado para la investigación y la búsqueda en casos de desaparición.
En Nuevo León, hemos logrado impactar en cambios en el diseño institucional de la Procuraduría, lo que nos ha permitido que de 1,327 personas reportadas como desaparecidas, 152 hayan sido localizadas, de éstas 67 vivas y 85 mediante perfiles genéticos. Se han consignado a 63 presuntos responsables, de los cuales 17 han sido sentenciados (entre ellos algunos eran policías).
Entre otros aportes, podemos destacar también el Protocolo Búsqueda de Personas Desaparecidas, lo que se concretó en marzo de 2014, en el Grupo Especial de Búsqueda Inmediata –GEBI- que funciona las 24 horas del día los 365 días del año.
Estos pequeños avances en la asignación de recursos legales y materiales muestra que hay cambios urgentes que deben realizarse en el terreno de la procuraión de justicia frente a la crisis de desapariciones. No realizar estos cambios en todo el país seguirá generando afectaciones a las familias, como hoy lo vemos en Tetelcingo, Morelos.

Cuarto. La justicia y el apoyo internacional son centrales.

La última clave es esencial. Por más cambios que se realicen en nuestro marco legal o en el trato a las víctimas, si no hay justicia y verdad faltará lo más relevante.

Urgen medidas extraordinarias para que haya justicia y verdad plenas, frente a los casos de graves violaciones a derechos humanos. Seguimos arrastrando casos como el de la ejecución extrajudicial de Gustavo Acosta en septiembre del 2011 por miembros de la Marina, quienes le dispararon en la frente dejándolo sin vida en su propia casa, acusándolo posteriormente de manera infundada como criminal.
Casos como el de Armando del Bosque, en Anáhuac, N.L,, quien en 2013 luego de denunciar amenazas recibidas por parte de la delincuencia organizada, fue detenido por miembros de la Marina, y posteriormente encontrado sin vida.

Si bien hay evidencia de participación de actores del estado, en ninguno de estos dos casos, ni en muchos más, han llevado a los responsables a la justicia.

Casos de impunidad como estos se cuentan hoy por miles en todo el país. Viene a mi mente también el caso de la Mina de Pasta de Conchos, en donde aunque los familiares saben dónde están sus seres queridos, no pueden tenerlos consigo, por la falta de diligencia y justicia del Estado.
Existe pues una urgentísima necesidad de erradicar la impunidad, ya que de lo contrario nuestros esfuerzos serán en vano. Se requieren cambios profundos en la estructura de las procuradurías, pues es, en nuestros ministerios públicos, en donde existen los nudos más gruesos de impunidad.

En este punto, es menester decir que el apoyo internacional es vital. El trabajo que hemos impulsado en Nuevo León, se ha visto cobijado por la presencia y asesoría constante de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas y por otros expertos internacionales.
Por otro lado, las visitas de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y el trabajo que realizan sus expertos han sido vitales para avanzar en el camino de la justicia.
Hay que decirlo claramente: La crisis mexicana no se generó por un exceso de apertura a la supervisión externa; más bien, es una realidad tangible ocasionada por causas estructurales y así debe ser reconocida. Es inaceptable que desde el Estado se ataque, malinterprete o minimize a estos actores que vienen a ayudar en un esfuerzo que requiere del concurso de todos y todas. Como dijo el Alto Comisonado, hay que atender el mensaje sin matar al mensajero.

Estas cuatro claves que me he permitido compartir con ustedes han contribuido a que en el estado de Nuevo León podamos dar pequeños pero firmes pasos. Sobre estas claves podría afianzarse una política de Estado que empezara a revertir la crisis de derechos humanos que hoy vivimos.

Por ello, no puedo dejar pasar la ocasión para hablarle a su corazón señor Presidente, para pedirle que se deje tocar por el dolor de tantas familias afectadas a causa de la violencia. Para instarle a que impulse en esta segunda mitad de su sexenio, una agenda centrada en estas cuatro claves. Con respeto y humildad, me atrevo a decirle que su legado se juega también en esta agenda, pues hemos visto que ningún plan de reformas económicas puede prosperar si no está basado en un fortalecimiento del Estado de Derecho que ponga al centro los derechos humanos. Rezo a mi Dios, que es el Dios del amor, para que lo guíe en esa tarea.

Quisiera concluir invocando la presencia, las palabras y el testimonio de un mexicano que no fue honrado con este premio nunca, pero que sin duda tiene el reconocimiento más alto de muchos y muchas que hoy trabajamos por los derechos humanos en México. Me refiero al jtatic Samuel Ruiz, quien entendió que el objetivo de la humanidad se orienta hacia la dignidad y felicidad, expresadas hoy mediante el respeto a los derechos humanos.

En horas especialmente difíciles -pero también de gracia- el jtatic Samuel Ruiz, inspiración señera para quienes desde una fe tolerante y respetuosa abrazamos la causa de la justicia, escribió: “Haciendo el esfuerzo de interiorizar en nuestro corazón el sufrimiento o la angustia del otro, estaremos en mayor disponibilidad para comprender, saber escuchar y cambiar nuestro corazón”. En esto radica la esperanza, que se fortalece día a día, como lo muestran los familiares del Grupo Amores cuando a pesar de tener sus corazones destrozados, se unen y se ponen de pie en la búsqueda de sus seres amados, interiorizando como propias las vivencias de sus semejantes.

Hoy, la compleja situación del país nos llama a cambiar el corazón como lo sugería Don Samuel. Iniciemos ese camino interiorizando en nosotros el sufrimiento y la angustia de tantos otros y otras que sueñan con que el mañana traiga consigo paz, justicia y dignidad a nuestra casa común; un mañana en el que un sol “despeinado y dulce / claro y amarillo” como fue el que abrazó a Alfonso Reyes en Monterrey, vuelva a brillar en toda nuestra patria.
No están solas… les seguiremos buscando
Muchas gracias.

XXIV Reunión del Grupo Amores y CADHAC con la Procuraduría General de Justicia de Nuevo León

3 de diciembre de 2015

Boletín de Prensa No. 1512/44

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“A través de su ayuda humanitaria, la Unión Europea apoya a CADHAC”.

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El Grupo Amores y CADHAC sostuvieron hoy la reunión #24.

Hoy se llevó a cabo la reunión 24 entre Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos, A.C. (CADHAC), la Agrupación de Mujeres Organizadas por los Ejecutados, Secuestrados y Desaparecidos de Nuevo León (AMORES) y la  Procuraduría General de  Justicia de Nuevo León (PGJNL).

Se revisó el avance en la investigación de 32 expedientes que incluyen 81 personas desaparecidas (63 hombres y 18 mujeres). Es importante señalar que dentro de estos 32 casos hay 6 que por primera vez participaron en las mesas de trabajo.

Consideramos que esta reunión es de suma importancia porque es la primera que se realiza con la nueva administración del Gobierno de Nuevo León, con quien esperamos poder continuar el trabajo que desde 2011 hemos venido realizando en conjunto CADHAC, integrantes del grupo AMORES y autoridades de la PGJNL.

Uno de los aspectos que nos parece muy positivo es que el Procurador Roberto Flores Treviño haya dejado a los coordinadores del Ministerio Público que en estos años han supervisado la investigación de los casos que lleva CADHAC, en respuesta nuestra petición durante la reunión que sostuvo con el Gobernador Jaime Rodríguez el 5 de noviembre. Confiamos en que siga habiendo voluntad política para continuar y mejorar el trabajo de búsqueda de personas desaparecidas en Nuevo León.

Ante la dificultad que está habiendo con algunos casos de desaparición más antiguos, creemos que además de dar continuidad a este sistema de trabajo con la PGJNL, uno de los grandes retos es fortalecer el área de periciales y construir nuevas formas para localizar e identificar a las personas desaparecidas.

En estas 24 reuniones se han revisado 140 expedientes correspondientes a 234 personas desaparecidas (200 hombres y 34 mujeres). De estas investigaciones se han consignado a 63 personas por su probable responsabilidad, de las cuales 17 ya han sido sentenciadas. Cabe señalar que de las 63 personas consignadas, 18 tenían carácter de policía o de oficial de tránsito al momento de realizar el hecho delictivo.

Permaneceremos atentos y dando seguimiento a lo externado por el gobernador Jaime Rodríguez en la reunión que sostuvo con el Grupo Amores en donde afirmó que se le dará seguimiento al trabajo construido desde 2011 y no sólo eso, sino mejorarlo. Seguimos en la búsqueda de verdad y justicia hasta saber dónde están.

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¿Quién es la Hna. Consuelo Morales? Conoce su trayectoria.

27 de noviembre 2015

Video creado en 2013 con motivo del 20 aniversario de CADHAC

Si algo ha aprendido la Hna. Consuelo Morales Elizondo en su trayectoria como defensora de derechos humanos es que el amor es el motor que impulsa los cambios profundos en una sociedad.

Desde 1993, cuando fundó Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos, A.C. (CADHAC) bajo la convicción de que ésta era su forma vivir una coherencia entre sus convicciones y su fe, la Hna. Consuelo Morales ha dedicado su vida a buscar cambios que favorezcan la justicia y la fraternidad, sobre todo a favor de los sectores más vulnerables de la sociedad.

Su interés por ayudar a otras personas nació prácticamente con ella. Desde que era niña, afirma, tuvo la inquietud del servicio. Consuelo Morales nació en Monterrey, Nuevo León en 1948, es la mayor de dos hermanos y luego de un intercambio en Canadá en donde estudió inglés, decidió entrar a una congregación regiomontana. Tenía 21 años.

Durante 7 años estuvo en misiones en Veracruz y en otros estados, trabajando con comunidades indígenas y campesinas. Todo esto confirmó su vocación de servicio, sin embargo, luego de 7 años decidió salir de la comunidad religiosa pues buscaba otro tipo de compromiso social.

La búsqueda la llevó a la Ciudad de México en donde estuvo trabajando algunos años con niñas abandonadas en la Casa Hogar IMAN, ahora es Casa Hogar para Niñas DIF. En México estudió la carrera de Trabajo Social en la Escuela de Trabajo Social Vasco de Quiroga.

Años después la Hna. Consuelo Morales conoce la Congregación de Notre Dame, Canónigas de San Agustín y se identifica plenamente por sus ideales de búsqueda de justicia.

En 1993, ya dentro de esta comunidad y a sus 45 años, regresa a Monterrey, su ciudad natal y funda CADHAC. CADHAC trabaja principalmente los temas de violaciones a derechos humanos en los centros penitenciarios de Nuevo León, tortura, los abusos policiacos y de autoridad, temas de violencia contra la mujer, abusos a menores, entre otros. Desde el 2009, la Hna. Consuelo Morales y CADHAC hacen un importante trabajo en la problemática de personas desaparecidas.

En junio de 2011 el poeta Javier Sicilia visitó Monterrey junto con el Movimiento por la Paz en la Caravana del Consuelo, y atestiguó cómo la Procuraduría General de Justicia de Nuevo León (PGJNL) abrió sus puertas a las familias de personas desaparecidas y a CADHAC. A partir de esa primera reunión CADHAC junto con la Agrupación de Mujeres Organizadas por los Ejecutados, Secuestrados y Desaparecidos de Nuevo León (AMORES), quienes luchan por encontrar a sus familiares desaparecidos, y la Procuraduría estatal han trabajado en conjunto, método que recientemente fue reconocido por la Oficina en México del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU en enero 2015. En septiembre de este mismo año el Grupo de Trabajo sobre las Desapariciones Forzadas o Involuntarias (GTDFI) de Naciones Unidas reconoció en su informe la labor realizada en Nuevo León por CADHAC y las autoridades.

Esta dinámica de trabajo, entre familiares de víctimas, autoridades y sociedad civil, ha producido logros que no existen en ninguna otra entidad de México:

  • Una de los principales resultados ha sido el empoderamiento de las familias de personas desaparecidas, quienes desde su dolor han construido una labor de activismo que ha aportado a la prevención y reparación del daño para otras víctimas en Nuevo León.
  • En diciembre del 2012 se tipificó el delito de desaparición forzada en Nuevo León con los más altos estándares internacionales.
  • En octubre del 2013 el Congreso local aprobó una Ley Estatal de Víctimas apegada a la Ley General de Víctimas, la cual se publicó en diciembre de ese mismo año.
  • Con la ayuda de expertos en la materia, CADHAC y la PGJNL, se elaboró el Protocolo de Búsqueda de personas que actualmente el Grupo Especializado de Búsqueda Inmediata (GEBI) de la Procuraduría estatal utiliza para localizar personas que han sido reportadas como desaparecidas en Nuevo León.
  • En marzo del 2014, la PGJNL inauguró el Grupo Especializado de Búsqueda Inmediata (GEBI) que investiga el paradero de personas en las primeras 72 horas de haber ocurrido la desaparición. Las denuncias se pueden hacer las 24 horas, los 365 días del año.
  • En 2014 el método de trabajo que realizamos con la Procuraduría estatal comenzó a utilizarse para trabajar con la Procuraduría de Tamaulipas.
  • La PGJNL adquirió equipo de rastreo para la búsqueda y localización de personas (Geo Scanner) con el que ya se han tenido buenos resultados. 
A pesar de estos logros, hoy reconocemos que queda mucho camino por recorrer.
  • En mayo del 2015 el Congreso local aprobó la Ley de Declaración de Ausencia por Desaparición.
  • Hasta noviembre del 2015 tenemos a 151 personas desaparecidas localizadas (66 con vida y 85 por ADN).
  • Además existen 63 personas consignadas y 17 sentenciadas por estos delitos.

Gracias a esta experiencia, la Hna. Consuelo Morales reconoce que el diálogo es el instrumento más poderoso para conseguir la incidencia que en verdad modifique políticas públicas para mejorar una comunidad.

La Hna. Consuelo Morales ha sido Presidenta de la Conferencia de religiosas Mexicanas, sede Arquidiócesis de Monterrey y miembro de diversos consejos ciudadanos, entre ellos: el de la organización Vertebra, el Consejo Permanente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, el Consejo del Grupo Humanitas, A.C., el Consejo Ciudadano de la Comisión de Acceso a la Información Pública del Estado de Nuevo León, el Comité de Ética de la Clínica 33 del Instituto Mexicano del Seguro Social, el Equipo Coordinador de la Red de Organizaciones Civiles del Norte de México, y actualmente forma parte del Consejo de OXFAM-México.

Ha sido distinguida en 2010 con el Premio Nacional por la Igualdad y contra la discriminación que otorga el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred); y en 2011, por su remarcable contribución al movimiento de derechos humanos, fue distinguida con el reconocimiento Alison Des Forges, al Activismo Extraordinario que otorga Human Rights Watch. En diciembre del 2014 recibió la Medalla al Mérito Cívico “Presea Estado de Nuevo León”, máximo reconocimiento que otorga Nuevo León.

En febrero del 2015 recibió el Premio Franco Alemán de Derechos Humanos “Gilberto Bosques”, que otorgan las embajadas de Alemania y Francia en México. Además recibió una medalla por parte del Senado francés en mayo del 2015.

En 2015 aparece también en el documental “Lo Que Reina en las Sombras”, del director Bernardo Ruíz como una de las tres historias que relatan el impacto de la violencia derivada de la “guerra contra el narcotráfico” en el norte de México.

Consuelo Morales

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