BOLETIN DE PRENSA
Desde hace 46 años, el paradero de más de 850 víctimas de desaparición forzada
es desconocido para familiares y amistades
A LA OPINIÓN PUBLICA NACIONAL E INTERNACIONAL
Hace 46 años, Rosendo RADILLA PACHECO, a la edad de sesenta años fue detenido ilegalmente en un retén militar cuando viajaba en compañía de su pequeño hijo, llamado Rosendo también; el líder comunitario fue llevado al cuartel militar en Atoyac de Álvarez. Entiéndase, el cuartel militar funcionaba como cárcel clandestina donde torturaron a niños, mujeres y ancianos que desde las poblaciones de la sierra cafetalera fueron bajados ilegalmente, amarrados de pies y manos, vendados y caminando decenas de kilómetros hasta ese cuartel militar que hoy es Ciudad de los Servicios Atoyac, o sea, oficinas de autoridades municipales.
De ese periodo de Terrorismo de Estado, de guerra contrainsurgente, en todo el país son más de 850 casos (en Sinaloa, Jalisco, Chihuahua, Nuevo León, Chiapas, Puebla, Ciudad de Mx); en Guerrero suman 650 víctimas de desaparición forzada; tan solo en Atoyac son más de 450 personas detenidas desaparecidas por el Ejército Mexicano; cuenta de ello da la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en su recomendación 26/2001, así como la Fiscalía Especial para Movimientos Políticos del Pasado (FMOSPP, nombre corto como sus alcances y que fue disuelta intempestivamente por el ex procurador militar que, en esos días era Procurador General de la República).
¿Dónde, dónde, dónde están? ¿Dónde les tienen?????
El Estado Mexicano ¡sabe dónde están! el Estado Mexicano ¡sabe dónde les tienen!
Hoy, a 46 años de la detención desaparición a manos del Ejército Mexicano, a más de diez años de una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH), con seis excavaciones en el excuartel (por cierto, a ciegas, para simular ante la CoIDH), no se conoce el paradero de Rosendo ni de ninguno de los 850 detenidos desaparecidos de ese periodo contrainsurgente que no termina; esos delitos siguen en la total impunidad, sin investigación, sin culpables, sin cuerpos, sin Verdad, sin Justicia, sin Reparación. A casi dos años del nuevo sexenio no cambia la situación, no hay Verdad, no hay Justicia, no hay Reparación, ni medidas de no repetición; más bien, el Estado se endurece y guarda silencio cómplice, protege la impunidad imperante en México. Las fuerzas armadas, por órdenes del Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas son los responsables, incluso ahora!!
FRATERNALMENTE
¡No olvidamos, no perdonamos!
¡Porque vivos les llevaron, vivos les queremos!
Julio Mata Montiel
Secretario Ejecutivo de AFADEM
Vocal de comunicaciones de FEDEFAM
Vicepresidente del FREMEXDEHU