Este Día del Niño miremos a los niños y niñas que tiene un familiar desaparecid@

29 de abril de 2016

Boletín de Prensa No. 1604/20

 

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Con motivo del Día del Niño, que en México se celebra el 30 de abril, desde Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos, A.C. queremos hacer visible a un sector de la población que ha sido víctima de la violencia en los últimos años: los niños y niñas que tienen un familiar desaparecido.

Considerando que la infancia suele ser poco vista y que en contextos de violencia, como los que hemos vivido en Nuevo León, es uno de los sectores más vulnerables, es importante conocer la realidad de estos niños y niñas, quienes semanalmente se reunen en CADHAC para recibir terapia grupal.

Para ello presentamos un video realizado por estudiantes del Tecnológico de Monterrey, en el que integrantes de la Agrupación de Mujeres Organizadas por los Ejecutados, Secuestrados y Desaparecidos de Nuevo León (AMORES) hablan sobre las consencuencias que ha tenido para los niños y niñas de su familia, la desaparición de su ser querido.

Además de brindar apoyo legal, para CADHAC es muy importante realizar acompañamiento psicosocial, ya que la desaparición de una persona causa graves estragos en los miembros de su su familia.

Sabemos que este sufrimiento es transgeneracional, y va a continuar de generación en generación si no se protege a la niñez y se les fortalece psicológicamente; por este motivo es importante cuidarlos y hacerlos sentir que no están solos.

Este Día del Niño es necesario pensar que las accciones, leyes y políticas públicas para atender las desapariciones de personas, siempre deben tener presente una mirada especial para la infancia, y así poder romper con la invisibilidad que existe hacia la violencia vivida por niños y niñas.

Link para ver el video: https://www.youtube.com/watch?v=YYn3NltouHM&feature=youtu.be

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“A través de su ayuda humanitaria, la Unión Europea apoya a CADHAC”.

Homicidio revela incapacidad del gobierno para controlar los penales

28 de abril del 2016

Boletín de Prensa No. 1604/19

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Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos A. C. hace un llamado al gobierno del estado de Nuevo León para que investigue la muerte de Mario Alberto Vázquez Zarazúa, quien era interno del Centro de Prevención y Reinserción Social Topo Chico, registrada este miércoles 27 de abril, y que según reportes de prensa se trató de un homicidio.

Después del motín del 12 de febrero de este año, el gobierno estatal aseguró que había tomado el control del reclusorio e incluso difundió videos e imágenes para mostrar que presuntamente en el interior de dicho centro penitenciario se garantizaban condiciones de seguridad para las y los internos. Sin embargo, el asesinato de Vázquez Zarazúa pone en entredicho esa versión oficial y revela que aun prevalecen en el reclusorio situaciones de violencia, y que las autoridades penitenciarias no son capaces de garantizar la vida y la integridad física de las personas que allí se encuentran, ya sea cumpliendo una sentencia, o esperando el término del proceso judicial.

Ante estos hechos, CADHAC exige al gobierno estatal investigar los hechos y sancionar a los responsables, y que asuma su obligación constitucional de organizar el sistema penitenciario sobre la base del respeto a los derechos humanos. Por otro lado, solicitamos a la Comisión Estatal de Derechos Humanos que participe activamente en la investigación de estos hechos para que garantice imparcialidad y efectividad en la misma.

 

 

Defensores mexicanos de Derechos Humanos aseguran ser objeto de campaña de desprestigio

(Nota original en inglés aquí: https://www.propublica.org/article/mexican-human-rights-defenders-say-they-are-target-of-smear-campaign)

A un día de publicarse el reporte sobre la investigación de la masacre de estudiantes en el 2014, los autores y otros defensores de derechos humanos temen un intento de apropiación de la información con el fin de desacreditar su trabajo.

por Ginger Thompson
ProPublica, Abril 22, 2016, 1:28 p.m.

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El pasado sábado me encontré sorprendida y un poco alarmada cuando recibí un correo enviado por uno de los defensores de derechos humanos de México más prominentes. “¿Podemos hablar? -leía el encabezado- Es urgente.”

Inmediatamente escribí de regreso. Mariclaire Acosta es alguien a quien he conocido por años. Ella ha estado en las trincheras por un largo tiempo, y no es alguien que se alarme fácilmente. En su respuesta explicaba que el gobierno, al cual ella representó en una ocasión como diplomática de alto rango, se había vuelto en su contra. “Las cosas no pintan bien para la comunidad defensora de derechos humanos en México,” escribió. “Nos encontramos bajo un serio ataque.”

Adjunto a su correo había copias de columnas de periódico que desacreditaban a Acosta y a sus colegas, caracterizando a la comunidad defensora de derechos humanos como una “mafia insertada en el poder” que habían defraudado al gobierno por millones de dólares mientras abogaban en favor de traficantes y secuestradores. “¿Cuántos de estos millones terminaron en los bolsillos de estos apasionados defensores de derechos humanos?” preguntaba una columna sin pruebas que lo respaldaran. “Mientras, las verdaderas víctimas del crimen apenas reciben apoyo del gobierno para cubrir los gastos fúnebres”, aseguraba otra columna.

He reportado desde y sobre México por décadas. Pero estas columnas no tenían sentido alguno para mí. Acosta ha sido una de las pioneras más antiguas de derechos humanos en México. Le pregunté quién pensaba que estuviera detrás de esta campaña, y por qué pensaba que la habrían sacado ahora. “Me han dicho que proviene desde los más altos niveles del gobierno, pero no tengo pruebas,” respondió. En cuanto a el porqué haberlas publicado ahora, Acosta y otros con quienes he hablado en estos días creen que el ataque por parte de los medios fue desencadenado por la creciente presión internacional sobre México para atender las acusaciones de que la policía y los militares son responsables por abusos atroces a los derechos humanos.

Este domingo se espera la publicación del último reporte por parte del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes, acerca de las investigaciones del ataque a una caravana de autobuses que transportaba a estudiantes normalistas al sur del estado mexicano de Guerrero; ataque que dejó a 3 estudiantes muertos y a otros 43 desaparecidos. La violencia en Ayotzinapa destrozó los esfuerzos del Presidente Enrique Peña Nieto por convencer al mundo de que la corrupción gubernamental y la impunidad en México eran cosa del pasado. El conflicto inspiró a los familiares de cientos de miles de desaparecidos a visibilizar los casos y denunciar – algunos en contra de las fuerzas armadas del país. Además de incitar protestas masivas alrededor del país, lideradas por familiares de los estudiantes y amigos cercanos.

Cuando el GIEI dio a conocer su primer reporte sobre Ayotzinapa el pasado septiembre, éste impactó al país como una bomba. El reporte anunciaba que estudios científicos y otras evidencias no respaldaban la “versión histórica” de los acontecimientos, la cual culpaba a la policía municipal y a narcotraficantes del asesinato de los estudiantes y la incineración de sus cuerpos en una fosa. Los expertos declararon que se había encontrado evidencia de que la policía federal y fuerzas militares pudieron haber jugado un papel importante. Además, sostuvieron que los agresores pudieron haber dirigido el ataque a la caravana después de que los estudiantes abordaran, sin saberlo, un autobús cargado con heroína perteneciente a un grupo criminal llamado “Guerreros Unidos”.

Aún no queda muy claro cuánta nueva luz el tan esperado reporte de seguimiento habrá de darle al incidente. Las autoridades cercanas a la investigación argumentan que la Procuraduría General de la República y la Secretaría de Defensa prohibieron la realización de entrevistas a militares y se han negado a dar información proveniente de las autoridades norteamericanas. (Aunque un investigador de derechos humanos infiltró evidencia de que más de la mitad de los aproximados 113 sospechosos que han sido arrestados – cuyos testimonios sirvieron como base para la “verdad histórica” del gobierno- fueron encontrados con lesiones que indican el uso de tortura). Pero la falta de cooperación por sí sola podría servir como recordatorio de lo mal que el gobierno de Peña ha manejado este caso, suscitando más preguntas sobre qué tanto más tienen por esconder las fuerzas militares y provocando más protestas y condenas a nivel internacional.

El día en que recibí el correo de Acosta, la Secretaría de Defensa de México había sido forzada a emitir una extraña disculpa sobre un video que mostraba a elementos militares interrogando a una presunta mujer traficante, envolviéndole la cabeza con una bolsa de plástico hasta casi provocarle asfixia. A mediados de este mes, medios informativos de Europa señalaron que el Presidente Peña fue acosado con preguntas sobre Ayotzinapa durante sus visitas a Alemania y a Dinamarca, en donde una protestante inclusive se arrancó su camisa mientras acusaba al Presidente de ser un “dictador” y un “asesino”. Además, durante este mes el Departamento de Estado norteamericano, en su reporte anual sobre derechos humanos, describió los abusos por parte de fuerzas policiacas y militares de México como “uno de los problemas más significativos en materia de derechos humanos” del país, señalando que diversos elementos habían cometido crímenes incluyendo “asesinatos extrajudiciales, tortura y desapariciones.” En consecuencia, la publicación del reporte final del GIEI no podría avecinarse en un peor momento. Es por esto que, de acuerdo con diversos defensores de derechos humanos en la Ciudad de México y en Washington a quienes empecé a llamar, existe un esfuerzo sistémico por desacreditar el reporte antes de su publicación.

Maureen Meyer, coordinadora principal del programa de México en WOLA (Washington Office on Latin America) lo llamó un clásico intento por “asesinar al mensajero”. En México, la amenaza puede ser más que figurativa. Recientemente, hablé con un antiguo oficial mexicano, quien aseguró no creer que la campaña de desprestigio viniera desde el Ejecutivo (un representante me envió una declaración escrita señalando que fue decisión del Gobierno Mexicano el invitar al panel). Sin embargo, dijo, incluso el hecho de que una autoridad menor ordene a dificultarle la vida a un crítico– los periodistas son el claro ejemplo – puede salirse de las manos.

El antiguo oficial dijo, “Normalmente, la orden es algo como “Dales una calentadita.” Luego, me miró a los ojos. “Tú has vivido en México por un largo tiempo. Sabes lo que esto significa.”

Los cinco autores del reporte, cuyos trabajos previos han llevado a una serie de aclamados casos en contra de la fuerza militar de Colombia, de un antiguo dictador guatemalteco y de compañías petroleras norteamericanas, han sido seleccionados como parte de un acuerdo entre el Gobierno mexicano, los padres de los estudiantes desaparecidos y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. El Secretario de Relaciones Exteriores de México en ese momento dijo, durante una conferencia de prensa cuando el panel comenzó los primeros trabajos de investigación el año pasado, que “el apoyo y sugerencias del Grupo serían bien recibidos.” Sin embargo, desde su llegada al país, los expertos han visto a los medios mexicanos, activistas conservadores y políticos de izquierda arrastrar sus trayectorias por el lodo, haciendo acusaciones vagas y sin respaldo alguno no sólo sobre su falta de capacidad para el trabajo que los trajo a México, sino que además señalan que el grupo carece de objetividad e integridad moral para cuestionar a la policía y milicia de México.

Un artículo en el periódico La Razón, por ejemplo, acusó al abogado y miembro del grupo, el chileno Francisco Cox, de cobrar, de manera inapropiada, al gobierno mexicano por miles de dólares por su trabajo en el caso Ayotzinapa, mientras que al mismo tiempo defendía a víctimas de la Lord´s Resistance Army en Uganda de forma gratuita. Numerosas historias acusaron a la ex procuradora de Colombia, Angela Buitrago, por presuntamente fabricar evidencia en contra de un coronel colombiano en apoyo a un grupo ligado al cartel de Medellín, Pablo Escobar. Otro artículo de La Razón señalaba que Claudia Paz y Paz, quien hizo historia cuando exitosamente interpuso cargos de homicidio en contra del antiguo dictador de Guatemala, el General Efraín Ríos Montt, habría sido agente de la guerrilla insurgente durante la larga y sangrienta guerra civil del país. En general, los artículos que analicé no ofrecían evidencia para comprobar estas acusaciones. Un representante del GIEI aseguró que se debe a que los cargos son “completamente falsos.”

En una entrevista, Paz y Paz me comentó que el GIEI había pedido al gobierno que denunciara la campaña de desprestigio. “Intentaron minimizarla, diciendo que los ataques provenían de medios y periodistas que nadie lee, y que por tanto no valía la pena emitir una respuesta.” José Miguel Vivanco, de Human Rights Watch, dijo que el silencio del Gobierno es “evidente” y que “envía un mensaje de negligencia” hacia los ataques. “Si esto fuera algo al azar, por lo que no valiera la pena preocuparse, sería fácil para el Gobierno refutarlo en términos categóricos, y expresar completa confianza en la investigación,” mencionó.

Vivanco señaló que el trabajo realizado por el Grupo marca la primera vez que México ha abierto su sistema judicial al escrutinio de un panel internacional. Recientemente, Guatemala ha ido más lejos, al permitir que la ONU trabaje en conjunto con los procuradores del país en casos de corrupción. Una de estas investigaciones llevó al arresto del Presidente Otto Pérez Molina, el pasado septiembre. Joy Olson, director ejecutivo de WOLA, dijo que los arrestos en Guatemala “dieron tremendo susto a los políticos a nivel internacional.” Y en México, mencionó, los políticos están luchando contra esto porque el grupo de expertos le ha demostrado a este país, en donde el 98% de los crímenes quedan sin resolver, que “si traes a una autoridad externa, puede que realmente se consigan resultados.”

Hablé con Ricardo Alemán, un columnista para el periódico mexicano Milenio, quien ha escrito de manera crítica sobre el grupo y otros defensores de derechos humanos, incluyendo Mariclaire Acosta. “No hago campañas por nadie ni nada,” mencionó. “Hago periodismo.” No obstante, así como la comunidad promotora de derechos humanos sospecha que su trabajo forma parte de una campaña política de desprestigio, él también cree que existe esta campaña, pero en aras de destrozar la reputación de la policía federal y de fuerzas militares. Los expertos, dijo, “vinieron aquí para jugar con nosotros y para hacernos sentir que saben más que nosotros sobre cómo conducimos nuestra política.” Como ejemplo, señaló la difusión del video que mostraba a una presunta traficante siendo torturada. “¿Tú crees que esa difusión fue coincidencia? Cosas como esa no pasan por mera coincidencia.”

Represión y desprestigio a defensores y periodistas: una política del Estado mexicano

23 de abril de 2016

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Participantes en el IX Encuentro de Organizaciones que Acompañan a Familiares de Personas Desaparecidas.

En México vivimos una etapa de involución en materia de libertad y derechos humanos, un regreso del autoritarismo y una época de persecución y criminalización a defensores y periodistas, todo esto en un marco de incremento de la violencia e inseguridad en todas las regiones del país. En esto coincidimos integrantes de organizaciones de la sociedad civil provenientes de nueve estados de la república participantes en el IX Encuentro de Organizaciones que Acompañan a Familiares de Personas Desaparecidas.

En este IX Encuentro, que se llevó a cabo los días 22 y 23 de abril en Monterrey, Nuevo León y al que asistieron organizaciones con presencia en Baja California, Chihuahua, Coahuila, Guerrero, Michoacán, Nuevo León, Sinaloa, Sonora y Zacatecas, se trató un tema de suma importancia: la seguridad de las y los defensores de derechos humanos en México. Las descalificaciones de instancias del sector oficial, y de algunos otros sectores, hacia los casos y las acciones de denuncia y defensa de derechos humanos se han vuelto una política de Estado, además de las agresiones y amenazas directas y constantes a defensoras y defensores de los estados de Baja California, Veracruz, Michoacán y Guerrero, por citar algunos de las entidades federativas aquí presentes, evidencian las deficiencias de los mecanismos oficiales de protección a derechohumanistas y periodistas.

Es inaceptable que se agreda al prestigio y el papel de reconocidas/os derechohumanistas, porque se invisibilizan las violaciones al debido proceso que atienden, a pesar de que se trata de delitos continuos y permanentes, como la desaparición de personas. Además, se difunde un discurso confuso y erróneo que produce efectos perversos en la percepción de los derechos humanos en la sociedad mexicana, en contradicción con el espíritu constitucional y los estándares internacionales en esta materia e instrumentos de lo que México es parte.

Esta práctica de agresión es sistemática. Además, es muy grave con la continúa descalificación a informes de instancias internacionales que señalan estas cuestiones. Es indispensable el respeto al debido proceso legal en la investigación de todos los casos de violación a derechos humanos, y en especial, nos pronunciamos por el esclarecimiento y sanción de las amenazas que sufren derechohumanistas, ante el cúmulo de indicios con que cuentan las autoridades correspondientes, ya sea en el fuero federal o local.

Algunos otros casos que refieren a lo señalado es la política del Gobierno mexicano ante la participación del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes para el “Caso Ayotzinapa”, el caso de las amenazas a Marie Claire Acosta, Emilio Álvarez Icaza y de muchxs otras/os derechohumanistas con una importante trayectoria en la defensa del estado de derecho en el país.

Urgimos a que cese la represión a periodistas y la desacreditación a las acciones de defensoras/es de derechos humanos, y, a que la justicia y la verdad prevalezcan en casos de desaparición de personas en México, subrayando que todas estas situaciones y su atención son responsabilidad de las autoridades del Estado Mexicano.

Organizaciones firmantes:

  1. Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Víctimas de Violaciones a los Derechos Humanos en México (AFADEM), Guerrero.
  2. Asociación Esperanza contra la Desaparición Forzada y la Impunidad, Baja California, Sinaloa y Sonora.
  3. Centro para el Desarrollo Integral de la Mujer, A. C. (CEDIMAC), Ciudad Juárez, Chihuahua.
  4. Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos, A.C. (CADHAC), Monterrey, Nuevo León.
  5. Comité de Familiares de Personas Detenidas Desaparecidas en México Alzando Voces (COFADDEM), Morelia, Michoacán.
  6. Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos Desaparecidos (FEDEFAM), Latinoamérica.
  7. Grupo Vida, Torreón, Coahuila.
  1. Red Ciudadana de No Violencia y Dignidad Humana, Ciudad Juárez, Chihuahua.
  1. Zacatecanos por la Paz, Zacatecas.

Palabras de Jesús Peña, representante de la Ofna. en Mx del Alto Comisionado de la ONU para los DDHH

14 de abril 2016

Palabras de Jesús Peña Palacios, Representante adjunto de la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, en la inauguración de la Conferencia Nacional por los Derechos de la Infancia y la Adolescencia

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“De acuerdo con la UNICEF que seis de cada 10 niños, niñas y adolescentes, han vivido directamente alguna forma de violencia en México”.

 

Para la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos es un honor poder participar en la inauguración de la Conferencia Nacional por los Derechos de la Infancia y la Adolescencia, por el derecho de las niñas, niños y adolescentes a vivir sin violencia.

Los estándares internacionales sobre derechos humanos establecen que el Estado tiene la obligación de brindar una especial protección a las niñas, niños y adolescentes, atendiendo a sus necesidades específicas y posibles vulnerabilidades. Como ha establecido la Corte Interamericana de Derechos Humanos, su condición exige una protección especial que debe ser entendida como un derecho adicional y complementario a los demás derechos que se reconocen a toda persona.

México es el undécimo país más poblado del mundo, con una población estimada de 119 millones de personas en 2015, de los cuales 39.2 millones son niños, niñas y adolescentes. Casi 40 millones de personas nos llaman a adoptar todas las medidas que sean necesarias para la protección especial a este sector de la población frente a la desaparición de personas, la tortura, el homicidio y en general frente a la variedad y el alcance de todas las formas de violencia que pueden sufrir.

Recientemente, nos recordaba UNICEF que seis de cada 10 niños, niñas y adolescentes, han vivido directamente alguna forma de violencia en su casa o en la escuela. De conformidad con cifras dadas a conocer por la Red por los Derechos de la Infancia (REDIM), con base en los registros oficiales, en México, el 30% de las personas desaparecidas entre 2006 y 2014 son menores de 17 años, siendo alrededor de siete mil las niñas, niños y adolescentes desaparecidos en el país en estos últimos años.

Señoras y señores, partimos de dos principios, ninguna forma de violencia contra los niños, niñas y adolescentes es justificable y toda la violencia es prevenible. No puede haber concesiones en el rechazo a la violencia contra los niños, niñas y adolescentes. Su singularidad, su potencial humano, su especial condición de vulnerabilidad, crean un argumento incontrovertible a favor de más y no menos; de más inversión y más medidas en la prevención y protección contra la violencia. De ahí la pertinencia de esta Conferencia Nacional y nuestros más sinceras felicitaciones para quienes la gestaron e impulsaron hasta hacerla una realidad.

El 4 de diciembre de 2014, el Presidente Enrique Peña Nieto promulgó la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes lo que le permitió a México tener un marco jurídico más sólido para avanzar hacia una efectiva protección de los derechos de la infancia. Posteriormente, se instaló el Sistema Nacional de Protección Integral de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, presidido por el propio Presidente de la República. Esta Ley reconoce el derecho de las niñas, los niños y los adolescentes a una vida libre de toda forma de violencia y a que se resguarde su integridad personal para lograr mejores condiciones de bienestar.

Sin embargo, todavía nos quedan pasos por dar. El 19 y 20 de mayo de 2015, México presentó ante el Comité de los Derechos del Niño, como órgano de vigilancia de la Convención sobre los Derechos del Niño, sus informes periódicos cuarto y quinto consolidados acerca de la situación de la niñez en el país y el nivel de cumplimiento de la Convención sobre los Derechos del Niño. En sus observaciones finales el propio Comité nos plantea algunos de los principales motivos de preocupación y realiza recomendaciones que aspiramos puedan constituirse en una hoja de ruta que guíe el accionar de todas y todos en los próximos años.

Frente a los importantes avances que suponen la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes y el Sistema Nacional de Protección Integral de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, junto con sus desarrollos a nivel estatal y municipal, surge la necesidad su efectiva implementación y eficacia y alentamos a que el diálogo que se desarrolle durante esta conferencia abone en este sentido.

Actualmente en el Senado de la República se está trabajando sobre dos importantes leyes generales, una sobre desaparición de personas y otra sobre tortura. Es acuciante que ambas tengan una perspectiva de derechos de la infancia, retomando los estándares internacionales sobre la materia. Se debe reconocer la apertura mostrada por distintas autoridades hacia las víctimas y organizaciones de la sociedad civil en el proceso de elaboración de las distintas iniciativas presentadas y esperamos esta apertura se mantenga en las etapas que todavía están pendientes hasta su promulgación y efectiva implementación. Esta participación social es fundamental, por ejemplo, para asegurar el acceso a la justicia a niñas y niños víctimas de violaciones a los derechos humanos, incluyendo el establecimiento de servicios especializados dentro de las oficinas de las procuradurías, facilitando mecanismos de denuncia confidenciales y amigables con niñas y niños, proveyendo apoyo legal, enjuiciando a los presuntos autores y rehabilitando y compensando a niñas y niños víctimas de las distintas de violencia.

El Comité también expresó su seria preocupación por el contexto de violencia armada, tráfico de drogas y la lucha contra el crimen organizado que ha resultado en numerosos asesinatos de niñas y niños, incluyendo casos de ejecuciones extrajudiciales como es el caso de Tlatlaya, la falta de datos oficiales desagregados y la prevalente impunidad en la que permanecen estos casos.

Entre los temas que se discutirán en las próximas horas y sobre los que el Comité solicitó a México adoptar medidas están el reclutamiento de niñas y niños por los grupos del crimen organizado o la revisión del combate al crimen organizado bajo un enfoque que asegure la protección de niñas y niños contra la violencia.

Finalmente, quisiera aprovechar la ocasión para felicitar a la REDIM por sus 15 años de trabajo en favor de la niñez. Muchos y muchas de ustedes son defensores y defensoras de derechos humanos y en el actual contexto no puedo dejar de sumarme a las muestras de solidaridad y reiterar firmemente que la defensa de los derechos humanos y de las víctimas de violaciones de derechos humanos no es sólo una actividad legítima, sino fundamental para fortalecer el estado de derecho, la rendición de cuentas ante la justicia y la democracia en el país

En definitiva, la situación de derechos humanos en el país, particularmente la vinculada con la niñez, junto con las acciones ya adelantadas por el Estado mexicano hacen muy pertinente la presente conferencia y hacemos votos para que el diálogo entre todos los asistentes (autoridades, académicos, organizaciones de la sociedad civil…) nos acerque al objetivo que mencionaba al inicio: que no exista ninguna forma de violencia contra las niñas y los niños.

Los tratados internacionales de derechos humanos y la Constitución mexicana nos obligan a este objetivo, pero sobre todo es el derecho de las niñas y niños que viven en este país a un mundo sin violencia.

Muchas gracias y muchos éxitos.

Presentan situación de niños y niñas con familiares desaparecidos en Ginebra, Suiza

7 de abril del 2016

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Marciela Escamilla (izq), encargada del área de psicología de CADHAC, junto a otras participantes en el evento, en Ginebra.

Con el objetivo de visibilizar y compartir el trabajo que se realiza en Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos, A.C. (CADHAC), Maricela Escamilla, encargada del área de psicología de esta organización, participó ayer y hoy en un evento del Fondo para Víctimas de Tortura de Naciones Unidas en Ginebra, Suiza.

En el encuentro:“La reparación y rehabilitación de niños y adolescentes víctimas de tortura”, la representante de CADHAC junto a otros 15 expertos provenientes de diferentes partes del mundo compartieron a través de ponencias su trabajo y buenas prácticas para la rehabilitación de niños y adolescentes que han sido víctimas de tortura y violencia en diferentes contextos.

Maricela Escamilla habló sobre la experiencia de CADHAC tratando con niños y niñas que tienen familiares desaparecidos y cuyas familias forman parte del Grupo Amores.

“Los factores que determinan la gravedad del dolor emocional y el consecuente proceso de duelo ante la desaparición de un familiar pueden ser: a) la cercanía de relación con la persona desaparecida, b) la disposición de los familiares que asumen la responsabilidad que tenía la persona desaparecida ante el niño c) la solidaridad del ambiente que rodea al niño, entre otros factores. En general, lo más común entre los familiares de las personas desaparecidas es la incertidumbre originada por los hechos sobre la desaparición y la constante revictimización. Todo esto también afecta a los niños desintegrando su estabilidad emocional e impidiéndoles tener una vida digna”, dice un fragmento de la ponencia de nuestra experta.

Este evento se realiza cada año, organizado por Naciones Unidas y es la primera vez que CADHAC recibe la invitación para participar.

 

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“A través de su ayuda humanitaria, la Unión Europea apoya a CADHAC”.

El gobierno del estado minimiza la importancia de la atención y protección a las víctimas del delito y víctimas de violaciones de derechos humanos

6 de abril de 2016

Boletín de Prensa No. 1604/18

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Hoy, integrantes de CADHAC acudieron a la Oficialía de Partes del Palacio de Gobierno de Nuevo León a entregar una carta al Gobernador Jaime Rodríguez en donde externamos nuestra preocupación y le solicitamos revertir la decisión.

 

Desde Ciudadanos en Apoyo en los Derechos Humanos, A.C. (CADHAC), externamos nuestra preocupación por la incorporación de la Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas (CEEAV), como una Coordinación de Área al Secretariado Ejecutivo del Consejo de Coordinación del Sistema Integral de Seguridad Pública de la Secretaría de Gobierno, como consecuencia del Acuerdo de Reestructura Organizacional de la Administración Pública del Estado de Nuevo León publicado en el Periódico Oficial el lunes 29 de febrero de 2016.

Esta incorporación reduce radicalmente la independencia con la que contaba la CEEAV, pues antes era un organismo desconcentrado, en términos de lo previsto por el artículo 5 del Reglamento Interior de la Secretaría General de Gobierno.

Además, consideramos que este cambio minimiza la importancia de las víctimas del delito y de violaciones de derechos humanos, ya que supedita orgánicamente la CEEAV al Secretario Ejecutivo del Consejo de Coordinación del Sistema Integral de Seguridad Pública del Estado, que tiene funciones de elaboración de política pública en materia de seguridad pública y no de atención y protección a víctimas del delito y de violaciones a derechos humanos, como sí las tiene la CEEAV.

Por otro lado, con esta acción el Poder Ejecutivo excede sus facultades reglamentarias, pues modifica la Ley de Víctimas del Estado de Nuevo León, cambiando la estructura e integración del Sistema Estatal de Atención a Víctimas prevista en el artículo 62 de la ley referida, facultad única y exclusiva del Congreso del Estado. Asimismo, se debe tomar en cuenta que este cambio implica, en términos prácticos del funcionamiento del Sistema Estatal de Atención a Víctimas, que la Secretaría de Gobierno tiene dos votos concentrados.

Por lo anterior, y siendo integrantes del Sistema Estatal de Atención a Víctimas, solicitamos al Gobernador de Nuevo León que convoque a sesión al Sistema Estatal de Atención a Víctimas, a fin de abordar el punto en cuestión, para que se revierta el Acuerdo emitido en el Periódico Oficial y la CEEAV recupere la independenciaque como órgano desconcentrado tenía, a fin de que sea respetada la Ley y se cumpla de forma adecuada con el objeto para el cual fue creado este organismo de atención a víctimas de delitos y de violaciones a derechos humanos.

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De izq a der: Arturo Carbajal, abogado de CADHAC, Hna. Consuelo Morales, directora de CADHAC, Ana Claudia Martínez, directora ejecutiva de CADHAC y Liz Sánchez, coordinadora de CADHAC.

 

 

 

 

 

 

 

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