Traslados y violencia institucional, no solucionan la crisis del sistema penitenciario de Nuevo León

Comunicado no. 1202/05

Traslados y violencia institucional, no solucionan la crisis del sistema penitenciario de Nuevo León

Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos, A.C.  (CADHAC) se encuentra extremadanamente preocupada y en estado de máxima alerta por los nuevos hechos violentos en el centro penitenciario en Apodaca, Estado de Nuevo León.

 

Los hechos de esta noche son una muestra más de la fragilidad del sistema penitenciario en el Estado que no puede garantizar los derechos de todas las personas privadas de su libertad. El sistema se encuentra en una profunda crisis que ha llevado a las recientes explosiones de violencia, pero que si recordamos, son recurrentes en la entidad. Cada año hay más motines, más asesinatos, más quejas y menos intervención preventiva o correctiva del Estado. Así, la actual situación hace imperante, en un marco de derechos humanos los siguientes puntos.

 

1. Las autoridades ahora no pueden pretender solucionar esta delicadísima situación con fuerza bruta, por ello exigimos se realice una intervención inteligente, transparente y acompañada en todo momento del sistema ombudsman (Comisión Nacional de Derechos Humanos y Comisión Estatal de Derechos Humanos, en uso de sus facultades constitucionales, así como  de organizaciones civiles de derechos humanos que participen como observadoras del proceso. Es fundamental que las medidas de las autoridades no produzcan más violencia. Medidas como traslados irracionales y poco fundamentados de personas privadas de libertad, a otros centros penitenciarios no hacen más que alterar los ánimos de los internos que ya han sido testigos de múltiples brutalidades y muertes y no saben a qué destino los envían. No es necesario un mensaje de fuerza bruta del estado sino un mensaje contundente de su autoridad moral. En estos momentos es imprescindible que se restablezca la legalidad -lo que implica que las autoridades no cometan más abusos- y que se garantice la integridad física y emocional de todas las personas privadas de la libertad, sus familias y seres queridos, así como de todas las funcionarias y funcionarios públicos que laboran en el sistema penitenciario.

 

2. La crisis debe ser superada de forma pacífica, y posterior a ello, dar paso a un proceso auténtico de investigación en el que se trabaje de forma pronta, imparcial y profesional, apegándose a los más altos estándares internacionales en materia de sistemas penitenciarios y de derechos humanos. La investigación debe garantizar el acceso a la verdad, a la justicia y a la reparación del daño para todas las personas involucradas y no limitarse a aspectos penales o administrativos sino dar con las causas profundas de las arbitrariedades y de la pavorosa corrupción que permea todo el sistema penitenciario.

 

Todas las personas involucradas en faltas y delitos deben ser llevadas a tribunales imparciales y ser juzgadas con el más estricto respeto a todos sus derechos procesales, incluida la presunción de inocencia, el respeto a su integridad, y la no aplicación del arraigo.

 

3. Finalmente, se deben abordar las graves fallas estructurales que han permitido que la situación llegue a este punto. El Estado debe replantearse sus estrategias para hacer frente a la corrupción y para manejar espacios tan delicados como los centros de privación de la libertad. También deben abordarse las políticas que han multiplicado el número de personas detenidas, muchos por delitos menores, o que aún no tienen una condena. Todas las medidas que se tomen para mejorar la situación penitenciaria deben inscribirse en un proceso de construcción de paz y de comunidad, y deben alejarse de los estándares de venganza social y de la violencia estereotipada y discriminatoria en contra de la población sujeta de sanciones penales. Toda acción debe estar puntualmente acompañada por la sociedad civil y enmarcarse en un auténtico esfuerzo de democratización de las políticas públicas de seguridad y de justicia.

 

CADHAC exige a las autoridades que cumplan con su función de garantizar la seguridad ciudadana a través de un respeto irrestricto a los derechos humanos de todas las personas. Resulta inadmisible que las autoridades hayan desoído las múltiples alertas sobre la inminencia de un estallido violento en las cárceles del Estado de Nuevo León. Es tiempo de que nuestros gobernantes cumplan con lo ordenado por la Constitución, los tratados internacionales y las leyes; garantizando la integridad física y emocional de todas las personas privadas de su libertad recluidas en los penales estatales del Estado de Nuevo León.

 

 

CIUDADANOS EN APOYO A LOS DERECHOS HUMANOS, A.C.

21 de febrero de 2012.

 

 

 

Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos, A.C., en una organización apartidista y sin fines de lucro que desde su creación en 1993 se dedica a la defensa integral de los derechos humanos en el Estado de Nuevo León, México.

 

MÁS MUERTES EN LAS CÁRCELES DEL ESTADO DE NUEVO LEÓN

Comunicado: 1202/004.

 

 

MÁS MUERTES EN LAS CÁRCELES DEL ESTADO DE NUEVO LEÓN

 

Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos, A.C. manifiesta su más profunda indignación y preocupación por nuevas muertes sucedidas en el sistema penitenciario del Estado de Nuevo León. El día de hoy fallecieron tres personas privadas de la libertad en el Centro Preventivo de Reinserción Social Topo Chico, en la Ciudad de Monterrey.

 

Según la información recibida, las tres personas  asesinadas acababan de llegar el  día de ayer, 20 de febrero, a la prisión. Estas personas estaban recluidas en espacios “protegidos” para su observación, esperando su ubicación, a pesar de ello, fueron asesinadas a puñaladas con objetos punzo cortantes, además de no haber recibido asistencia de las autoridades penitenciarias. Nos resulta preocupante que la autoridad pueda creer la versión que ha difundido, de que fueron 2 internos del fuero común quienes les asesinaron, sin valorar el entorno de corrupción e impunidad que impera en todos los centros penitenciarios, el cual vuelve mucho más vulnerable a toda la población penitenciaria, que bien puede estar siendo “obligada” a cometer hechos delictivos.

 

Las muertes en el sistema penitenciario del Estado son una constante afrenta a los derechos humanos internacionalmente reconocidos. El Estado de Nuevo León ha fallado en garantizar su derecho a la vida y a la integridad personal, y no ha enfrentado esta situación de crisis con las medidas correctivas y preventivas que resultan urgentes.

 

Es importante recordar que las autoridades estatales tienen una responsabilidad legal de garantizar todos los derechos humanos de las personas privadas de la libertad. La resolución judicial que limita la libertad ambulatoria de los internos no elimina su dignidad humana ni limita otros derechos, por lo que el Estado debe garantizarlos.

 

Exigimos una investigación pronta e imparcial que lleve a los responsables, incluyendo a funcionarios que tenían la responsabilidad inmediata de proteger a las personas asesinadas, así como a altos funcionarios que no están cumpliendo con las obligaciones mínimas de seguirdad que marca el Sistema Penitenciario Mexicano y el Sistema Internacional de Protección a personas privadas de su libertad. Asimismo, exigimos la reparación del daño a las familias de las personas fallecidas y que el Gobierno del Estado de Nuevo León asuma sus obligaciones legales e intervenga inmediatamente en esta situación, asegurando siempre el más irrestricto respeto a los derechos humanos.

 

 

CIUDADANOS EN APOYO A LOS DERECHOS HUMANOS, A.C.

21 de febrero de 2012.

 

Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos, A.C., en una organización apartidista y sin fines de lucro que desde su creación en 1993 se dedica a la defensa integral de los derechos humanos en el Estado de Nuevo León, México.

Las muertes en Apodaca son resultado de la deshumanización de los penales y de la corrupción de las autoridades

Boletín de Prensa. 1202/03BP

  

Las muertes en el centro penitenciario de Apodaca son resultado del proceso de deshumanización de los penales y de la enorme corrupción de las autoridades

 

Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos, A.C., manifiesta su más profunda preocupación por la  situación penitenciaria en el Estado de Nuevo León, que el día de hoy, en hechos no aclarados, cobró la vida de al menos 44 personas privadas de la libertad en el Centro de Reinserción Social Apodaca  (CERESO APODACA).

 

Esta tragedia no es un hecho aislado, sino que ocurre en un continuo y perverso proceso de deshumanización de los centros penitenciarios. El 20 de mayo del año pasado en un hecho no aclarado, hubo 17 personas calcinadas, y no se han tomado medidas para asegurar la vida y la integridad de las personas privadas de la libertad, así como del personal que labora en dichos centros.

 

En 2011 se reportaron cerca de 60 muertes de presos en el Estado, CADHAC tiene elementos para suponer que fueron muchas más las personas que perdieron la vida, incluidos celadores; en todas las ocasiones las autoridades penitenciarias alegaron riñas, motines o suicidios y en ningún caso se han realizado investigaciones profesionales e imparciales que aclaren los hechos y castiguen a los responsables. Además de las muertes existen reportes confiables de torturas y otros tratos crueles, inhumanos y degradantes, así como de violencia y corrupción generalizada en todos los centros penitenciarios de la entidad.

 

CADHAC recuerda a las autoridades que tienen la obligación de garantizar todos los derechos humanos de las personas privadas de la libertad. La situación legal por la que las personas llegan a los centros penitenciarios, limita su libertad ambulatoria pero en ningún momento destruye su dignidad como seres humanos. Las autoridades deben garantizar que las sentencias se cumplan de forma adecuada en un ambiente humano que permita una auténtica reinserción social bajo el mandato claramente establecido en la Constitución, y respetando los derechos humanos a los que México se ha comprometido con la suscripción de tratados internacionales respectivos.

 

CADHAC exige:

  • La entrega inmediata de los nombres de las víctimas, a sus familiares y a la opinión pública, así como la entrega de cuerpos sin complicados trámites burocráticos. También la información sobre la integridad física del resto de las personas privadas de su libertad en dicha Institución, a cada uno de sus respectivos familiares.
  • Una investigación pronta, imparcial, profesional y transparente de los hechos, que señalen los nombres de los funcionarios estatales que facilitaron, tanto la entrada de armas al interior del CERESO, como el flujo de personas de un ambulatorio a otro.
  • Se tomen urgentemente las medidas indispensables para asegurar la no repetición de este tipo de hechos, tomando en cuenta la nula intervención del estado en la prevención del siniestro de junio 2011.
  • Se presente a las autoridades responsables de estos  hechos –incluso a quienes hayan actuado por omisión– ante los tribunales, para que sean juzgados conforme a derecho, así como asegurar la reparación del daño a las familias de los asesinados en este trágico evento.

 

En el contexto local existe, como en muchas partes de las Américas, la idea de que los presos no tienen derechos o de que sus vidas no tienen igual valor al del resto de la población. Es imprescindible que las autoridades recuerden que tienen claras obligaciones bajo el derecho internacional de los derechos humanos.

 

Como parte de esta sociedad, no podemos seguir permitiendo la violación de los derechos  humanos de personas especialmente vulnerables, pues todos sus derechos están directamente supeditados al Ejecutivo del Estado.

 

El Estado tiene la obligación de respetar el derecho a la verdad, el acceso a la justicia y garantizar la reparación del daño por estos terribles sucesos. CADHAC mantendrá un esfuerzo constante por seguir de cerca la evolución de esta trágica situación y tomará todas las medidas legales que sean pertinentes para proteger los derechos humanos de las personas privadas de la libertad en la entidad. Asimismo informa a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de Estados Americanos, (OEA) para que actúen desde su competencia.

 

 

 

CIUDADANOS EN APOYO A LOS DERECHOS HUMANOS, A.C.

19 de febrero de 2012

 

DESAPARECIDOS, ¿DÓNDE ESTÁN?

  • Puentes del área metropolitana amanecen con demanda de Justicia
  • “Desaparecidos ¿dónde están?”, se pregunta la ciudadanía

El día de hoy en varios puentes de la ciudad amanecieron mantas con la leyenda: “Desaparecidos, ¿dónde están? Justicia”. Las familias que tienen personas desaparecidas siguen haciendo presente la ausencia de sus seres queridos, y la ausencia de justicia real.

Hoy es la sexta reunión entre familiares de personas desaparecidas -quienes integran la LUPA (Lucha por Amor, Verdad y Justicia)-, CADHAC y el Movimiento por la Paz, con la Procuraduría de Justicia del Estado de Nuevo León. La demanda de justicia se hace presente, tanto hacia la Procuraduría, como hacia el Congreso que sigue sin tipificar la Desaparición Forzada como delito, dejando en mayor indefensión a las víctimas.

¿Dónde están? Es la insistente pregunta, y justicia el reclamo que no termina, mientras no se conozca el paradero de las víctimas y se sancione a quienes son responsables.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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