Proyección del documental “¿adiós a la izquierda?” en CADHAC

En esta ocasión les invitamos a ver el documental “¿adios a la izquierda?”.

Fue realizado por el Canal 6 de julio y viene muy bien documentado.

Así que si gustan, son bienvenid@s, mañana MARTES 21 de SEPTIEMBRE
A LAS 7 DE LA TARDE en CADHAC, Padre Mier 617

Seguramente habrá muy buenos y enriquecedores comentarios. ¡Anímense!

Acerca de la desaparición de custodios del Centro de Readaptación Social Cadereyta

Lic. Minerva Martínez Garza

Presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos del Estado de Nuevo León

Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos, A.C., es una organización no gubernamental, apartidista y sin fines de lucro, que desde su fundación en 1993 se dedica a la promoción y defensa integral de los derechos humanos. En esta oportunidad manifestamos nuestra más profunda preocupación por la desaparición de entre 30 y 40 custodios del Centro de Readaptación Social Cadereyta, en el Estado de Nuevo León; información que fue difundida el día de hoy en medios locales. Esta organización no cuenta, por el momento, con mayor información sobre el particular.

Consideramos que, de demostrarse ciertos, estos graves hechos serían constitutivos de violaciones a los derechos humanos reconocidos en el sistema legal mexicano. En tal sentido, solicitamos que en uso de la facultad contenida en los artículos 6 y 22 de la Ley por la que se crea la Comisión Estatal de Derechos Humanos, tenga a bien acordar el inicio oficioso de la investigación respectiva.

Confiamos que el uso oportuno de los recursos materiales, humanos y legales de la Comisión se reflejará en una investigación pronta e imparcial que aclare los hechos y sirva para prevenir, concluir y sancionar las violaciones respectivas.

Reafirmamos nuestra convicción de que el respeto irrestricto a los derechos humanos de todas y todos es el camino que se debe transitar para vivir en una sociedad menos violenta y más justa.

Quedamos de usted para cualquier duda al respecto.

Fraternalmente

Hna. Consuelo Morales Elizondo

Directora

c.c.p. Dr. Raúl Plascencia Villanueva. Presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

Semblanza leída en el reconocimiento otorgado a la directora de CADHAC

CONSUELO MORALES, un bosque respira en esta mujer

Breve semblanza:

CONAPRED

8 de Septiembre de 2010

Consuelo Morales es un árbol hermoso, lleno de aves que cantan por las mañanas y que de tarde se acurrucan entre sus ramas. Es una mujer bien afianzada en sus raíces, sabe que el alimento está en lo profundo de la Tierra y no en la superficie. Sabe esperar. Se conmueve con el paso de las estaciones. Ofrece sus frutos, sus hojas, su sombra, su leña. Consuelo es una de las presencias más fértiles de Nuevo León.

Con frecuencia me pregunto sobre su infancia e imagino que mientras los pies de los otros niños se quemaban en la aridez de la tierra regiomontana, ella memorizaba palabras preciosas como azul plúmbago, y al pronunciarla quedito se refrescaba del calor.  La niña creció con sed. Una sed única, de libertad, que se convirtió con los años en una vocación. Consuelo busca el agua, la vida, la resurrección de la esperanza, y lo busca con apremio. No es como esos exploradores que pierden el tiempo buscando algo que no creen que exista. Ella, en cambio, busca sabiendo  que encontrará. Esa certeza la ha mantenido luchando desde Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos, A. C, CADHAC; más de diecisiete años.

No le fue fácil decidirse a iniciar una organización que promoviera y defendiera las garantías fundamentales en una ciudad que reacciona hostil con quien llama al autoritarismo, al abuso de autoridad y a la delincuencia por su verdadero nombre. Padeció en el discernimiento de esta opción, nos platica,  hasta que de pronto cayó una gran alegría a la boca de su estómago: abriría un pozo de agua en medio del desierto. Corría el año de 1993 y acompañada por un puñado de hombres y mujeres relacionados con las comunidades eclesiales de base inicia CADHAC en el municipio de Guadalupe, Nuevo León. Pero el trabajo llegó a caudales convocando a cientos de ciudadanos a participar en la urgente causa de los derechos humanos. Desde entonces la organización ha venido creciendo junto a la sed de quienes buscan impulsar el respeto a la dignidad de la persona.

Consuelo es religiosa. Monja de la Congregación Canónigas de San Agustín, una orden cuyo principio agustiniano: ama y haz lo que quieras, ha sido un espacio de libertad incondicional para esta defensora de derechos humanos.  Sin embargo, CADHAC es laico. En el único espacio en el que hay figuras religiosas es en la oficina de la directora. Recientemente alguna amistad le regaló una pintura de Jesús crucificado. Ella decidió colgarla frente a su escritorio, porque esa imagen la fortalece. La de Jesús es la primer tortura documentada, dice, observando sus llagas, su mirada perdida, su corona de espinas. Yo me conduelo por el nazareno, y sin necesidad de creer o no en su doctrina, entiendo la importancia de esa imagen en la oficina, una escena del dolor infinito y de la crueldad, que se repite a diario en nuestra ciudad, en nuestro País.

CADHAC es también semillero de defensores.  Esa es la otra gran labor de Consuelo. Si bien la organización ha defendido cientos de casos de personas agredidas por su propio gobierno, otra de sus grandes funciones y de Consuelo, personalmente, es la formación de activistas y académicos que asumen la causa de los derechos humanos como propia. Muchos de quienes hoy luchan por los derechos indígenas, ambientales, civiles y políticos en Nuevo León aprendieron a observar la realidad en CADHAC. Consuelo es una gran maestra de la indignación nunca tibia, nunca resignada. Cada caso cimbra sus entrañas conectándonos con la sed de justicia.

Consuelo también nos ha enseñado a resistir. Si no se puede combatir, neutralicemos; si no se puede neutralizar, resistamos, aconseja especialmente a los jóvenes que encontramos condiciones tan adversas para vivir la libertad. Ella, alquimista de esperanzas, tiene el don de fortalecer la certeza de que otro mundo mejor es posible, un mundo sin exclusiones ni abusos, en donde todos podamos aportar nuestro lado más luminoso a la comunidad.

Consuelo no pierde el tiempo con solemnidades, prefiere divertirse que ensayar caravanas. No hay amargura en su corazón, de pronto cansancio, pero nunca repudio hacia lo humano. Sabe que el verdugo también es víctima; se conduele ante la crueldad de la que es capaz la ignorancia, el temor y el dolor. Ante la violencia irracional, Consuelo propone la razón de la ley. La claridad de su pensamiento es una cuerda de rescate en medio del caos, del general extravío, de la desolación con la que tantos amanecen en Nuevo León.

CADHAC es la casa de muchas discusiones. Es el sitio donde los activistas cansados renuevan su energía y ratifican su compromiso con la causa de la justicia. Uno de los compromisos más arraigados en Consuelo es dirigir una organización que acompañe e impulse el crecimiento de otros grupos o movimientos locales. Los muros de CADHAC pueden contar la historia de las luchas más emblemáticas del estado en los últimos 17 años. Ser una de las organizaciones más longevas del Norte del País le permite compartir con otros los frutos de la independencia de partidos políticos, del respeto a la pluralidad de credos y del reconocimiento a la riqueza de la diversidad sexual.

Este premio que hoy recibe Consuelo es un fruto del árbol de su pecho. Nunca podremos retribuir con justicia su amorosa presencia ni todo el valor que infunde a quienes luchan, por eso significa tanto este reconocimiento para sus amigos y compañeros. Consuelo ha sembrado durante décadas semillas que hoy son árboles maduros. Su universo interior es un hermoso bosque que no deja de respirar y de expandirse.  Para quienes hemos trabajado en CADHAC, este premio es también un reconocimiento a las causas que hemos asumido, al amor con el que hemos trabajado; es también un reconocimiento para las víctimas que han vencido la inercia de la impunidad y han luchado férreamente por sus derechos.  Es un premio, en fin, que llega a Nuevo León en un momento muy especial, cuando la Ciudad se desdibuja y los activistas y defensores se sienten extraviados.

Consuelo Morales es una mujer poderosa, hay que decirlo sin temor. Pero el suyo es el poder contrahegemónico, el que huye de la acumulación y el dominio, para generar vida.  La potencia de sus palabras pueden hacer germinar las semillas de la indignación, su mirada compasiva tiene el poder de restituirnos la paz interior. Consuelo es una mujer que reivindica el poder intangible de la libertad y la defensa de los ideales. Pero la característica más especial del poder de “la hermana Consuelo”, como todos la llaman, es que reparte ese hermoso poder. Acompañándola vamos aprendiendo que es más fuerte la flor que el grito, que no es necesario odiar para liberarse, que los principios no se negocian, que la dignidad nos reviste a todos por igual.

Ximena Peredo

Discurso de La Hna. Consuelo Morales, directora de CADHAC, con motivo de su reconocimiento por parte de la CONAPRED

Distinguida Sra. Margarita Zavala, distinguido señor Ricardo Buccio, presidente de este Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, distinguidos invitados, damas y caballeros.

Me siento especialmente honrada por recibir este reconocimiento del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación. Me siento honrada, pero sé que la lucha por la no discriminación seguirá durante décadas, sé que mi pequeña parte en esta labor no está terminada aún y por eso acepto este premio no como un reconocimiento a un trabajo terminado, sino como un compromiso por seguir trabajando, y por hacerlo con más fuerza y con mayor entusiasmo.

Este no es un reconocimiento a mi persona, sino a todos los colaboradores que durante 17 años me han acompañado en Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos (CADHAC), la organización que dirijo en Monterrey, es a su nombre que lo recibo. Esto tiene que ser así, porque no es mi trabajo individual, sino el caminar conjunto, el que nos ha permitido mantener una pequeña voz que clama por la justicia y por la dignidad de todas y todos. Sin el constante apoyo de todas esas personas, sin sus cuestionamientos y sin su fuerza, CADHAC no existiría.

Quiero reconocer a todas mis hermanas de la Congregación de Nuestra Señora, Canónigas de San Agustín. Fue gracias a su importante apoyo que yo encontré la fuerza para iniciar este caminar por la justicia, y es gracias a su constante soporte moral, a su fuerza espiritual, a su apoyo económico y a  su incondicional solidaridad que hemos podido continuar. En los momentos más difíciles, en los más riesgosos, mis hermanas han estado a nuestro lado, sufriendo con nosotros, orando con nosotros, caminando con nosotros.

Manifiesto especial reconocimiento a mi querida familia, pues fue en el seno familiar donde esta semilla por la justicia, nació y floreció.  Nada fácil ha sido para ellos, respetar profundamente mis decisiones, cuando mi integridad física ha estado en riesgo.  Es gracias no sólo a su incondicional cariño,  sino también a su respaldo económico, que CADHAC en muchos momentos ha podido salir adelante.

CADHAC surgió de una preocupación sincera y en ese tiempo, inocente, por la situación de la dignidad humana en mi natal Nuevo León. Me temo que la situación a la que nos enfrentamos al abrir nuestras puertas era mucho más terrible de la que diagnosticamos inicialmente. Nuestro plan inicial era educar en derechos humanos, y aún seguimos haciéndolo, pero el profundo sentimiento de indignación provocado por la avalancha de casos que mes con mes recibíamos nos hizo lanzarnos a la defensa de los derechos humanos, que es un camino riesgoso y largo en el que se deben enfrentar muchos obstáculos, incluidos los propios prejuicios. La incesante fuerza de mis colaboradores me ha permitido mantenerme en este camino y me ha hecho encontrar que la diversidad no es un riesgo, sino que es un hermoso regalo que enriquece nuestra vida.

La lucha contra la discriminación está inscrita en la esencia misma del movimiento mundial por los derechos humanos. No podemos imaginar una sociedad que sea a la vez justa y discriminatoria, ningún sistema que prive a algunos ciudadanos de sus derechos fundamentales es defendible. Los derechos humanos, aunque están revestidos de una carga política enorme y a pesar de que suelen usarse en un contexto sumamente técnico, son, en esencia, un mecanismo para lograr una vida digna para toda la familia humana, ese ideal es alcanzable sólo a través de la aceptación de las diferencias, a través del reconocimiento profundo de que esas diferencias no son sólo tolerables, sino que son necesarias y deben ser, siempre, bienvenidas.

La dignidad humana es afectada profundamente cuando una persona es víctima de discriminación. La discriminación es una violación especialmente relevante de los derechos humanos, porque no sólo genera un sentimiento de injusticia, sino que provoca una sensación de inadecuación de la persona. A la persona discriminada no sólo se le está diciendo “no tienes derecho a tal cosa”, se le está diciendo “no tienes derecho por ser quien eres”, la diferencia es relevante, porque no sólo se le vuelve sujeto de una injusticia, sino que se pretende volverla responsable de la misma.  No debemos permitir que esta dinámica continúe, no debemos permitir que nuestros hermanos y hermanas se sientan insatisfechos consigo mismos por no cumplir algún estereotipo determinado.

En nuestro país, la discriminación es una realidad hiriente que no ha sido enfrentada mediante una política de Estado integral y coherente. La creación del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación fue un paso firme en la dirección correcta, porque mediante este acto, el Estado mexicano aceptó que la discriminación es una realidad y que algo, debe hacerse. Sin embargo, los avances no son sencillos, recientemente, el ejecutivo federal impugnó, sin éxito, la reforma antidiscriminatoria que permite en el Distrito Federal los matrimonios entre personas del mismo sexo. Aunque la Suprema Corte de Justicia de la Nación sostuvo la constitucionalidad de la reforma, preocupa profundamente que la presidencia de la República la haya percibido como un ataque a la sociedad.

Debe preocuparnos que en México se siga pensando que el reconocimiento de los derechos de un grupo minoritario supone un ataque a la mayoría. Esta noción no toma en cuenta que la diversidad ya existe, las políticas públicas antidiscriminatorias no generan las diferencias, sino que las reconocen sin prejuicios para lograr que cada ciudadano se desarrolle. Debe quedarnos claro, la diversidad no se irá porque la sigamos ignorando, la diversidad, ¡qué bueno!, estará presente siempre, y nuestra labor es respetarla, promoverla y abrazarla.

Ante esta realidad, la sociedad civil debe seguir manteniendo un frente creativo y pacífico para promover el respeto irrestricto de la dignidad de todos y cada uno de los miembros de nuestra sociedad. Es necesario que la comunidad misma mantenga su activa participación en el desarrollo, implementación y vigilancia de las políticas públicas para prevenir y sancionar la discriminación. Mi compromiso de vida es ese, seguir buscando espacios para promover un respeto auténtico a la dignidad humana en todas sus manifestaciones.

Reitero mi más profundo agradecimiento por este reconocimiento que recibo a nombre de todas y todos mis colaboradores, estén seguros que el recibirlo nos impulsará a seguir trabajando y que oficiará como un preciado recordatorio de que nuestra labor es servir a nuestras hermanas y hermanos, para que ellas y ellos, por sí mismos, encuentren sus propios caminos de dignidad y de libertad.

Muchas gracias

La Directora de CADHAC recibió un reconocimiento nacional de la CONAPRED

Consuelo Morales, directora de CADHAC recibió de manos de Margarita Zavala un reconocimiento por su trayectoria en la lucha por la igualdad y contra la discriminación. En su intervención, la galardonada manifestó que a pesar de los avances para combatir la discriminación en México, como es la creación del Conapred, hace falta una política de Estado integral y coherente y reprobó que el Ejecutivo federal haya impugnado ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación la reforma al Código Civil del Distrito Federal que permite los matrimonios entre personas del mismo sexo. “Preocupa que la Presidencia de la República la haya recibido como un ataque a la sociedad.”

Ante ello, Zavala expuso: “a veces en las diferencias, en términos de figuras jurídicas puede uno no estar de acuerdo, pero sí quiero decir que conozco perfectamente al presidente, con quien estoy casada, nos formamos igual, y él es un hombre que no discrimina, y que el desarrollo de este país también pasa por ahí”, concluyó.

Con información tomada de La Jornada y El Financiero

http://www.jornada.unam.mx/2010/09/09/index.php?section=politica&article=015n2pol

http://www.elfinanciero.com.mx/ElFinanciero/Portal/cfpages/contentmgr.cfm?docId=284300&docTipo=1&orderby=docid&sortby=ASC

La Hna. Consuelo Morales, directora de CADHAC recibe premio de la CONAPRED

CADHAC se alegra al comunicar que nuestra Directora, la Hna. Consuelo Morales recibirá hoy 8 de agosto, el reconocimiento nacional 2010, que el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, otorga dentro del Encuentro Iberoamericano para Prevenir la Discriminación.

Esto es causa de alegría pues representa un reconocimiento al trabajo que CADHAC junto con muchas otras personas han realizado en estos 17 años. Al respecto la Hna. Consuelo dice. “Lo aceptamos, no porque nos sintamos satisfechas con lo logrado, sino porque esto servirá también de acicate para seguir trabajando incansablemente por erradicar hechos y conductas discriminatorias… por buscar caminos de respeto y valoración a todos l@s que formamos la gran familia humana… Como dice bien la Declaración de los Derechos Humanos, sin diferenciar nuestras nacionalidades, credos, género,etc., sino trabajar por reconocer desde lo más profundo de nosotr@s, que precisamente en estas diferencias, es donde está nuestra riqueza.”

Por esta razón el equipo de CADHAC envía un saludo a nuestra Directora quién estará en la Cd. de México recibiendo este reconocimiento.

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